EL PAíS
Macri (Mauricio) critica obras que a Macri (Franco) le encantan
El candidato vive hablando mal del plan de reservorios.
Pero la constructora de su padre ya se anotó en la licitación.
Por José Natanson
“Es un proyecto técnicamente inviable, caro, que no resuelve el problema”, dijo Mauricio Macri en junio, en referencia al sistema de reservorios con el que su rival en las elecciones porteñas, Aníbal Ibarra, pretende solucionar el drama de las inundaciones. “Sería una catástrofe ambiental”, insistió hace pocos días. Aunque lucía enojado frente al grupo de vecinos de la clase media combativa de Belgrano, el presidente de Boca omitió un dato elemental: una de las empresas que se presentó a la licitación para construir los criticadísimos reservorios es IECSA, que integra el Grupo Macri. Desde el punto de vista económico, la omisión es lógica: las obras cuestan 100 millones de pesos.
El 24 de enero de 2001 la Capital sufrió una lluvia para el Guinness: 146 milímetros en menos de tres horas, que colapsaron los sistemas de absorción y pusieron a Ibarra frente a su primera crisis de gobierno. En marzo, la administración porteña comenzó a estudiar alternativas para resolver el problema, en contacto con las constructoras más importantes de la Argentina, como Cartelona, Super Cemento y IECSA. El proceso, que supuso un intercambio técnico entre las empresas y la administración porteña, duró siete meses. El 31 de octubre, Ibarra convocó a la licitación para la construcción de un sistema hidráulico que permitiera morigerar el impacto de las inundaciones.
Se trata de tres grupos de cuatro reservorios cada uno –enormes piletones cilíndricos ubicados bajo las canchas de fútbol y en las desembocaduras de los arroyos subterráneos más importantes– que duplicarían la capacidad de absorción del sistema. El plazo máximo previsto para la construcción era de 14 meses. El costo estimado de la obra era de alrededor de 100 millones de pesos-dólar, aunque estaba previsto que se realice en etapas. Por otro lado, cada empresa podía construir sólo uno de los tres grupos.
Cuando el gobierno porteño publicó la novedad, siete empresas compraron los pliegos, y seis se presentaron a la licitación. Entre ellas figuraba IECSA, la constructora del Grupo Macri, que ya realizó otras obras en la Ciudad, como los nuevos puentes de Puerto Madero. Mientras las firmas elaboraban las ofertas para la licitación, las autoridades de la Secretaría de Obras Públicas, a cargo de Abel Fatala, se comunicaron con los responsables de cada empresa. En nombre de IECSA habló Macri (Franco).
“El plan de reservorios hidráulicos de Ibarra sería una catástrofe ambiental para la Ciudad. Es un fiasco que no resuelve ni el 8 por ciento del problema”, dijo Macri (Mauricio) hace un mes, en diálogo con vecinos de Belgrano. Y prometió anular las obras en caso de triunfar.
Para el candidato, la solución del gobierno porteño haría crecer las napas acuíferas en las zonas cercanas a los reservorios e implicaría la destrucción de espacios verdes importantes para la Ciudad, como la Plaza Noruega.
La primera licitación fue anulada ante un pedido del defensor adjunto de la Ciudad, Antonio Brailovsky, que acusó a la secretaría de Obras Públicas de no realizar un estudio sobre el impacto ambiental de la obra. Finalmente, en marzo de 2002 la Cámara falló en favor de la Ciudad, pero para ese entonces la recesión y la crisis económica habían frenado el proceso. Se habían abierto los sobres con las propuestas técnicas, pero no llegaron a abrirse los que incluían las propuestas económicas.
La devaluación modificó los precios de los materiales y terminó de arruinar la licitación, por lo que el gobierno porteño decidió reformular el proyecto. En los próximos días, Ibarra tiene previsto firmar el decreto que establece un nuevo llamado, con la idea de construir cuatro reservorios en lugar de doce.
“Primero planeó hacer 25 reservorios en distintos barrios y ante las críticas de la comunidad y las organizaciones ambientalistas, pasaron a13. Ahora insisten con hacer 4. Pero es un sistema inútil y con un impacto ambiental muy negativo”, insistió Macri en Belgrano. El decreto de Ibarra, que estará listo en pocos días, establecerá que las empresas que compraron los pliegos en el llamado anterior reciban gratis los nuevos. Entre ellas se mencionará, naturalmente, a IECSA. Habrá que esperar, entonces, para comprobar si el presidente de Boca utiliza su influencia para convencer a los directivos del Grupo Macri de desistir de una obra que podrá ser muy beneficiosa en términos económicos, pero que, en sus propias palabras, es “una catástrofe ambiental, que implicaría enterrar cien millones de pesos”.