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El atentado contra la mezquita fue la peor acción de ayer en Irak, pero no la única. Un soldado norteamericano murió y cuatro fueron heridos en un ataque con granadas cohete, mientras que un contingente de tropas búlgaras bajo mando polaco tuvo más suerte y pasó sin heridos un ataque similar. Ayer, el ministerio de Defensa británico confirmó que el miércoles a la noche un soldado inglés murió golpeado por una multitud enfurecida.
Fuentes militares estadounidenses declararon que un soldado de esa nacionalidad murió y otros cuatro resultaron heridos ayer cuando su vehículo fue atacado cerca de Baba, 60 kilómetros al noreste de Bagdad. Según la fuente, el ataque se produjo ayer por la mañana cuando un grupo de hombres dispararon con tres lanzagranadas contra un convoy militar que transportaba militares hacia la base de Baba. Los atacantes abrieron fuego con armas livianas contra los soldados del Batallón II del VIII Regimiento de Infantería. La muerte de este soldado eleva a 68 el número de militares estadounidenses fallecidos en Irak por ataques de la resistencia desde que el presidente George W. Bush anunciara el 1º de mayo el fin de las operaciones bélicas en Irak.
El contingente búlgaro en Irak fue atacado también ayer a la mañana cerca de Kerbala, en el centro del país, con un lanzagranadas antitanque, aunque no hubo heridos, según informó en Sofía el Ministerio de Defensa. Los búlgaros se encuentran desplegados en esa ciudad a 100 kilómetros al sur de Bagdad, en la zona controlada por una fuerza multinacional bajo mando polaco. El martes el contingente de 480 soldados búlgaros asumió el mando militar de Kerbala tras el repliegue de los marines estadounidenses. La misión oficial del contingente búlgaro bajo mando polaco comienza el próximo 3 de septiembre y tendrá una duración de seis meses durante los cuales los búlgaros deberán patrullar, mantener el orden y participar en la construcción de varios puestos de vigilancia y control. En la misma fecha, 2400 militares polacos tomarán oficialmente el control de la zona de Kerbala.
El ministerio de Defensa británico confirmó ayer que un soldado fue muerto en la noche del miércoles al jueves en el sureste de Irak, en un enfrentamiento con una multitud enfurecida tras la detención de dos hombres, uno de ellos una personalidad local, en el poblado de Ali al Gharbi, a 250 km al sureste de Bagdad. El ministerio precisó que se trataba del quincuagésimo soldado británico muerto en Irak desde el comienzo de la guerra, el 20 de marzo. Once de ellos murieron después del anuncio del fin de las operaciones mayores el 1º de mayo, contra 142 muertos del ejército estadounidense desde la misma fecha.