[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Marcelo Calero (foto) asumió finalmente como ministro de Cultura de Brasil después de que el gobierno interino de Michel Temer cerrara la cartera, decisión que hizo estallar una polémica que involucró a intelectuales y artistas y llevó incluso a la ocupación de centros culturales en todo el país. Calero, ex secretario de Cultura de Río de Janeiro, agradeció al presidente en funciones por dar espacio al área cultural en su gobierno, y sostuvo que su gestión será realizada al margen de cualquier interés partidario. “El partido de la cultura es la cultura y ningún otro. Estaremos a disposición de aquello que demande la sociedad, nunca al servicio del poder”, dijo el flamante funcionario desde Brasilia, en declaraciones recogidas por el portal G1, del grupo Globo.

La idea inicial de Temer fue eliminar el Ministerio de Cultura para unirlo a la cartera de Educación. Ante la crisis económica brasileña, el presidente interino optó por recortar la cantidad de ministerios, que pasó a 24 tras la fusión de algunas de las 31 carteras anteriores. Pero la polémica se desató de inmediato. Al menos 20 sedes de la cartera fueron ocupadas a lo largo y ancho del país mientras se organizaban marchas y protestas en contra de la medida. Los actos fueron apoyados por artistas de renombre nacional como Caetano Veloso, Erasmo Carlos, Marieta Severo y Renata Sorrah. Además, fueron publicados artículos y cartas abiertas firmadas por artistas de la talla de Gilberto Gil e Ivan Lins, entre muchos otros, exigiendo la restauración de la cartera.

Finalmente, el Ejecutivo enfrentó las numerosas críticas recibidas por el mundo de la cultura y por diversos sectores de la sociedad brasileña por la supresión de la cartera de Cultura, dentro del plan de reorganización del gabinete ministerial llevado a cabo por Temer tras asumir la jefatura de Estado la semana pasada.

La polémica llevó a Temer a rever su decisión y el fin de semana pasado obligó al ministro de Educación, Jose Mendonça Filho, a dar explicaciones sobre por qué quedaba sin efecto el cambio. “Es un gesto con el fin de serenar los ánimos para centrarnos en un objetivo mayor: la cultura brasileña”, dijo Mendonça Filho, en declaraciones que fueron publicadas el sábado en la página oficial de Facebook de su ministerio. “Vamos a trabajar junto con Marcelo Calero para potenciar los proyectos y acciones entre la educación y la cultura”, apuntó Mendoça Filho.

Sin hacer referencia directa a la decisión de Temer de extinguir la cartera, ni a la polémica, Calero defendió en su discurso de investidura el fortalecimiento de la misma. “Trabajaremos por el fortalecimiento institucional del ministerio. Vivimos unos de los momentos de mayor fragilidad de este sistema en toda la historia reciente del país, generado por la situación de gran dificultad financiera a la que está sujero el Ministerio de Cultura en los últimos años”, dijo el flamante ministro. “Agradezco el compromiso del presidente Temer de revertir este cuadro y garantizarle espacio a la cultura”, agregó. Calero, de 33 años, era responsable de la Secretaría Municipal de Cultura de Río de Janeiro desde el año pasado. En su biografía en la red social Twitter se define como carioca de Tijuca, hincha del Flamengo, católico, diplomático de profesión, amante de la samba y de la prosa del escritor y periodista Lima Barreto.