EL MUNDO
La desmentida de Washington
El secretario de Estado de EE.UU., Colin Powell, negó que Jean Bertrand Aristide fuera secuestrado y obligado a renunciar a la presidencia de Haití por militares estadounidenses a punta de pistola. Las acusaciones son “absolutamente sin fundamento, absurdas”. Aristide “no fue secuestrado, nosotros no lo forzamos a abordar el avión”, aseguró Powell. El secretario afirmó que Aristide contactó a Estados Unidos para discutir las condiciones de su partida, y que abordó el avión junto a 15 de sus guardaespaldas. “El primer llamado que recibimos fue el sábado, y venía de gente de la seguridad del presidente”, que le dijo a la embajada estadounidense en Haití que Aristide deseaba “discutir con nuestro embajador la posibilidad de una partida y plantear algunas preguntas”, declaró Powell. En ese momento, el embajador estadounidense James Foley contactó a Powell y a su adjunto encargado de asuntos americanos, Roger Noriega, que le dieron vía libre para atender el llamado de Aristide.
Así, el entonces presidente haitiano abordó cuestiones relativas a “la protección de sus bienes personales”, contó Powell. También deseaba saber si podía elegir su país de destino si decidía irse, agregó. “Le contestamos que sí y dijo que quería pensarlo y hablarlo con su mujer”, insistió Powell. Después “volvió y nos dijo que su decisión era abandonar el país debido a la situación imperante”. Entonces “escribió una carta de renuncia y un avión alquilado fue llevado” a Puerto Príncipe, donde embarcó a las 6.15 locales del domingo, aseguró Powell. Fin de la versión oficial de la Cancillería norteamericana.