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Por Andrew Buncombe *
Desde Boston

Es el primer día y Boston es un caos. Se cerraron veinte kilómetros de rutas, las estaciones de trenes están clausuradas y los bombarderos F-16 sobrevuelan para proteger a los delegados y al pronto nominado candidato presidencial John Kerry. Un informe dice que por cada delegado de la convención hay tres periodistas. Varias docenas de los 15.000 periodistas son bloggers, escritores sólo de Internet, que por primera vez han sido acreditados para una gran convención. Entre ellos se encuentran los eruditos TalkingPointMemo.com, DailyKos.com, que asombrosamente han reunido más de 400.000 dólares para la campaña Kerry, y Pacificviews.org, dirigido por una mujer de Seattle, identificada como Natascha, que promedia la modesta cifra de 300 éxitos diarios.
¿Qué clase de primera dama será Teresa Heinz Kerry? Abierta, franca, con seguridad. Un domingo a la noche, habiendo instado a los delegados de su estado natal de Pennsylvania a que ayuden a restaurar el tono civil a la política de Estados Unidos, se dirigió a un periodista del Pittsburgh Tribune-Review. “Necesitamos sacar algunos rasgos repugnantes, anti Pennsylvania, y a veces antiestadounidense que aparecen como parte de nuestra política”, dijo. Cuando se le pidió que explicara lo que significaba antiestadonidense, Heinz Kerry replicó: “No dije eso. Usted dijo algo que yo no dije. Ahora no me joda”.
Ya se decidió que a un favorito del partido no se le permitirá estar cerca del centro de convenciones; Swifty, el burro, tiene el acceso prohibido. Swifty fue traído desde su hogar a los pies de la montaña Lookout en Georgia para añadir un poco de frivolidad. (La mascota tradicional de los demócratas es el burro, mientras que los republicanos tienen el elefante.) Pero los funcionarios del Centro de Convenciones Fleet dictaminaron que a raíz de las amenazas de seguridad sólo los delegados y el personal serían permitidos. Swifty se enfrentaba a un viaje poco ceremonioso de 1500 kilómetros de regreso a Georgia hasta que el zoológico Franklin de la ciudad dijera que se puede quedar ahí durante la duración de la convención.
Para los agentes del servicio secreto afuera del hogar de John Kerry, en Louisburg Square, en el distrito Beacon Hill de la ciudad, el código de traje no es la usual corbata oscura. Tan impresionados estuvieron los de la ciudad por su cortesía que les han dado corbatas especialmente hechas que tienen un mapa del distrito histórico. Otros han pedido que el diario local publique una historia sobre el agradable olor de la loción para después de afeitar de los agentes.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.