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La coalición independentista vasca Batasuna, ilegalizada en España por su relación con ETA, quiere que se celebre “en condiciones pacíficas y democráticas” una consulta ciudadana para resolver el conflicto vasco, pero no pide el cese de actividades de la organización separatista.
En un acto celebrado ayer en la ciudad de San Sebastián (norte) al que asistieron unos 15.000 simpatizantes de Batasuna, la formación hizo público un documento que había despertado expectativas, después de que sus dirigentes lo publicitaran como un “salto cualitativo” en la trayectoria de la izquierda abertzale (radical). El texto se divide en seis puntos en los que Batasuna llega a la conclusión de que “la paz es la prioridad” y, por ello, se compromete a “sacar el conflicto de las calles” y llevarlo a una “mesa de negociación y diálogo”, dentro de un proceso “global y multilateral”.
El proceso de resolución se basaría en un doble acuerdo: entre los “agentes de Euskal Herria” (País Vasco), por un lado, y entre “ETA y los Estados español y francés”, por otro, en el que se trataría sobre la “desmilitarización del conflicto, los presos deportados, refugiados y víctimas”. “El objetivo final de la superación del conflicto político y armado debe ser la construcción y puesta en marcha, de manera acordada, de un escenario que posibilite el tránsito hacia un nuevo marco político donde se garanticen todos los derechos al conjunto del pueblo vasco”, subraya Batasuna. Propone el “diálogo” como “herramienta válida” para buscar “nuevas fórmulas” y da por hecho, que “el acuerdo basado en el diálogo entre todos los agentes traerá” ese “nuevo estatus político”, pero “para que sea eficaz es inevitable consultar a la ciudadanía vasca, y todas las partes deberán garantizar que los resultados de la consulta serán respetados”. Pero, en ningún momento, incluye una petición expresa a ETA de un alto el fuego.
Insiste en que “la utilización de vías exclusivamente políticas y democráticas permitirá la materialización sin límites ni restricciones de todos los proyectos políticos” y advierte que el proceso “exigirá por parte de todos la flexibilidad suficiente para hacer las concesiones necesarias para alcanzar un acuerdo satisfactorio”. En octubre de 2003, el Tribunal Supremo español suspendió las actividades de Batasuna. El portavoz del gubernamental Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el Congreso de los Diputados, Alfredo Pérez Rubalcaba advirtió ayer a Batasuna en declaraciones efectuadas antes de celebrarse el acto de San Sebastián, que en democracia sólo se pueden escuchar las voces de los que hablan y no “el ruido de las pistolas, ni el estruendo de las explosiones, ni siquiera los susurros de los que amenazan”. El coordinador general de Izquierda Unida, Angel Llamazares, consideró insuficiente la propuesta política planteada por Batasuna al no rechazar la estrategia de ETA.