EL MUNDO › IIRAN ACORDO SUSPENDER SU ACTIVIDAD NUCLEAR
El “mal” que hace un bien
Irán, una arista del denominado “Eje del mal” por Washington, aceptó la suspensión de “casi todas las actividades” de enriquecimiento de uranio a cambio de una oferta de cooperación europea. Alejó así la amenaza de que su caso sea llevado ante el Consejo de Seguridad de la ONU, según anunció ayer el responsable iraní del área nuclear Hassan Rohani.
La república islámica, acusada por Estados Unidos e Israel de preparar la bomba atómica en secreto, accedió de esta forma a las demandas de la comunidad internacional, y en particular de la Unión Europea, que reclamaban una suspensión completa del proceso de enriquecimiento de uranio. Para los europeos, esa medida es la única garantía que prueba que la tecnología que produce el combustible para las futuras centrales civiles iraníes no será desviada con fines militares.
“Hemos aceptado suspender casi todas las actividades ligadas al enriquecimiento”, declaró Hassan Rohani ante la prensa, tras haber recibido a los embajadores de Alemania, Gran Bretaña y Francia.
“Lo que hemos aceptado corresponde casi a lo que había sido solicitado en la resolución” adoptada en septiembre por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), añadió Rohani.
Uno de sus colaboradores, Hossein Musavián, indicó que la AIEA había recibido una notificación de la decisión iraní, lo que fue confirmado por fuentes diplomáticas desde la sede de la agencia de la ONU en Viena.
Según Musavián, Irán aceptó suspender no sólo el enriquecimiento propiamente dicho sino también las operaciones previas: la conversión de uranio y la producción de piezas de centrifugadoras, los aparatos utilizados para ese proceso. Esto último era una exigencia europea que durante un tiempo pareció comprometer el acuerdo. Para evitar que el caso de Teherán fuese llevado ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Gran Bretaña, Francia y Alemania negociaban con los iraníes desde fines de octubre.
A cambio de una suspensión, los europeos ofrecieron una cooperación nuclear, que incluye la ayuda para adquirir un reactor de agua liviana y garantías en cuanto al abastecimiento en combustible de las centrales iraníes. La oferta incluye también un aspecto comercial y otro político.
En caso de no lograr un acuerdo, los europeos amenazaban con apoyar el envío del caso iraní ante el Consejo de Seguridad, tal como lo pretende Washington, durante la próxima reunión de la AIEA el 25 de noviembre.
“La suspensión es válida mientras duren las negociaciones” con vistas a un acuerdo de cooperación a largo plazo, precisó Musavian. Estas negociaciones “comenzarán el 15 de diciembre”, agregó.