EL MUNDO › LA IZQUIERDA PUEDE PERDER OTROS DOS PAISES ESTE AÑO
El peligroso dominó europeo
Por John Hooper, Giles Tremlett y Jon Henley*
Desde Berlín, Madrid y París
Los líderes de la izquierda europea vieron ayer cómo crecía la deriva en contra suya en todo el continente. Los resultados electorales en Holanda marcaron el tercer desenlace de izquierda a derecha en las últimas tres elecciones parlamentarias importantes dentro de la Unión Europea. Las llegadas de Silvio Berlusconi al poder en Italia, el año pasado, y de José Manuel Durao Barroso, del conservador Partido Social Demócrata, en Portugal el mes pasado ya habían comenzado a inclinar la balanza entre los gobiernos de izquierda y derecha del continente.
Con España, Austria e Irlanda ya bajo la derecha y elecciones importantes por venir en Francia y Alemania, la izquierda europea parecía anoche a punto de perder otro asiento alrededor de la mesa del Consejo Europeo de Ministros. Si el centroizquierdista jefe de gobierno alemán Gerhard Schroeder pierde en septiembre en su país, y si los socialistas vuelven a ser derrotados en Francia el mes que viene, la mayoría de los 15 gobiernos que participan de la Unión Europea serán de derecha. Y otros países ya tienen pequeños partidos de extrema derecha asomando sobre sus hombros.
Muchos líderes europeos ahora creen que la lección que dejan los ascensos de Pim Fortuyn en Holanda, Joerg Haider en Austria y Jean-Marie Le Pen en Francia es que el punto clave de la lucha entre la izquierda y la derecha será la inmigración. El jefe de gobierno conservador de España José María Aznar señaló esta semana que el crecimiento de la extrema derecha se debe a la incapacidad de los partidos de izquierda para responder a la preocupación de la gente sobre la inmigración. “Los partidos radicales triunfan en áreas que son tradicionalmente bastiones de la izquierda”, dijo en la conferencia de la Internacional Demócrata Cristiana. Agregó que la izquierda anda a tientas frente a la opinión popular sobre la inmigración y que sencillamente no quiere hablar de eso. “Pero nosotros sí queremos hablar de esto”, remarcó. Aznar está a favor de una política europea común en materia de inmigración, al igual que lo declarado esta semana por el ministro británico para la Unión Europea, Peter Hain.
De todos modos, en Alemania, Schroeder parece hacer una apuesta para sacar ventaja del crecimiento de la extrema derecha. Más concretamente, intenta vincular a sus oponentes con los populistas anti-inmigración de los demás países. En una entrevista, la semana pasada, desafió a la derecha “respetable” a unirse a la centroizquierda en un rechazo público de las intenciones de la extrema derecha. Esta semana, acusó al partido de centroderecha Demócratas Libres (FDP) de estar en un proceso de “haiderización”, en referencia al líder de la extrema derecha austríaca, Joerg Haider. El líder del FDP, Guido Westerwelle, acusó por su parte a Schroeder de “perder el control”.
* The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.