EL MUNDO
La Casa Blanca se puso naranja
Para el presidente George Bush, los sangrientos ataques de ayer demuestran que “la guerra contra el terrorismo continúa”. Desde Escocia aclaró que es su voluntad y la del resto de los miembros del G-8, “no dejarse apartar” por los terroristas de su lucha por “un mundo mejor y más humano”. Su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, reafirmó el compromiso de su país con la “guerra contra el terrorismo” y aseguró que los ataques en Londres sólo refuerzan su determinación de “erradicar esta plaga que ataca a la humanidad y a la civilización”. Mientras tanto, en Estados Unidos, a pesar de que el secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, aseguró que no hay “información específica, en el ámbito de inteligencia, que permita prever que ese tipo de ataques pueden ocurrir” en su país, Washington decidió elevar su nivel de alerta a naranja –uno por debajo del máximo–, reforzar la seguridad de todas sus embajadas en el mundo y las de sus aliados en Washington. Bush ordenó elevar el nivel de alerta especialmente respecto de los medios de transporte.