EL MUNDO
La fuga de los golpistas
El presidente Hugo Chávez anunció ayer que le otorgará al empresario Pedro Carmona el salvoconducto para que pueda viajar a Colombia, país que le concedió su asilo diplomático, pero advirtió que el acusado de dirigir el fallido golpe de Estado del 11 de abril seguirá siendo un “prófugo de la Justicia”. Cuando Carmona se enteró de que la Corte Suprema había revocado su arresto domiciliario, y con el temor de ser trasladado a una cárcel, buscó refugio en la residencia del embajador de Colombia en Caracas. Otro militar que siguió su ejemplo fue el contraalmirante Carlos Molina Tamayo, quien pidió asilo al gobierno salvadoreño, que lo está evaluando. Tamayo fue uno de los militares que en febrero pasado pidió la dimisión de Chávez y es uno de los militares investigados por la intentona golpista. El gobierno de El Salvador está considerando la solicitud.