Evo Morales vio ayer el partido inaugural del Mundial Alemania 2006 en compañía de niños callejeros y escolares, a quienes invitó a una sesión especial en el salón principal del Palacio Quemado, la sede gubernamental. Los asistentes, muchos de ellos lustrabotas y limpiavidrios de las calles de La Paz, pudieron disfrutar del encuentro en una pantalla gigante colocada para la ocasión. Morales estuvo flanqueado por dos diputados de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS); por su ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y su portavoz, Alex Contreras.

El mandatario indígena se mostró deseoso de “que gane Brasil, como todo sudamericano”, aunque opinó que “puede haber cualquier sorpresa en este Mundial” y consideró que “Argentina también es una opción” para el triunfo final. En el acto, Morales presentó una camiseta de la selección anfitriona, Alemania, que le regaló el día anterior el embajador del país europeo en La Paz, Erich Riedler. “Sólo falta el número y le vamos a colocar el número diez”, manifestó en tono de broma.

El presidente boliviano es un conocido aficionado al fútbol y siempre que puede organiza partidos con sus colaboradores, como la semana pasada, cuando jugó un partido de fútbol callejero frente al Palacio de Gobierno.