La Justicia brasileña ordenó ayer el arresto de los seis militantes petistas involucrados en el Dossiergate. Sin embargo, la medida recién podrá ejecutarse después de los comicios. La ley electoral establece que ninguna persona puede ser detenida en los días previos a la elección, excepto que la policía la encuentre cometiendo el delito. Los acusados de intentar comprar un dossier con documentación perjudicial para los candidatos, opositores Geraldo Alckmin y José Serra son el ex asesor de Lula Freud Godoy, el ex analista del comité de campaña Jorge Lorenzetti, el ex secretario del Ministerio de Trabajo Oswaldo Bargas, el ex director de Riesgo del estatal Banco do Brasil Expedito Afonso Veloso, el abogado Gedimar Passos y el empresario Valdebram Padilha. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva calificó la decisión como una operación de la oposición, intentando restarle importancia a sólo cuatro días de la elección. Al mismo tiempo que se anunciaban las órdenes de arresto, la Policía Federal informaba sobre el origen del dinero que utilizarían para pagar el dossier. Rastreando una parte que estaba en dólares, el FBI determinó que provino de una cuenta de Miami y que fue transferido a una pequeña casa financiera de San Pablo. Dado que se trataba de más de 200 mil dólares, es muy posible que la policía ya tenga el nombre de quién retiró esa inusual cantidad. Algunos analistas brasileños creen que la policía no dio el nombre para no perjudicar aún más al oficialismo, ya que se podría ser una nueva fuente de financiamiento electoral ilegal del PT.