EL PAíS › CONFLICTO ENTRE EL MINISTRO NARODOWSKI Y LOS SUPERVISORES Y DIRECTIVOS DE LAS ESCUELAS

Rebelión en la granja escolar porteña

80 supervisores y 300 directivos advierten que “corre peligro” la educación pública y critican a las segundas líneas del ministerio.

 Por Nora Veiras

El ministro de Educación del gobierno porteño, Mariano Narodowski, está embretado en un conflicto inédito con el sistema que conduce. Ochenta supervisores de primaria, secundaria y terciaria y alrededor de trescientos directivos elaboraron un documento crítico a la gestión del ministro macrista en el que advierten que “se encuentran en estado de alerta en función de considerar que corre peligro la estabilidad y continuidad de la escuela pública”. Las críticas arrecian en cadenas de mails y llegaron hasta anunciar la renuncia del pedagogo. Desde el gabinete porteño descartan como “descabellada” la versión. Sin embargo, el malestar prima en un sector de la conducción de los distritos escolares que desconfía del macrismo, repercute en la gestión y expone a Narodowski a un prematuro desgaste.

Los supervisores hicieron una primera reunión de coordinación el 26 de abril en el anfiteatro de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). El 2 de mayo decidieron presentarle el documento a Narodowski en el encuentro mensual que había convocado el ministro. Unos ochenta supervisores, sobre un total de 240, y alrededor de trescientos directores, sobre un total de poco más de mil, avalaron el texto. Convocaron a los gremios y acordaron con la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), la Asociación de Docentes de Enseñanza Media y Superior (Ademys) y la Asociación de Supervisores. “Se puede decir que es histórico haber sellado estas coincidencias”, dice un histórico supervisor porteño, que pide mantener el anonimato.

El clímax

El teatro del Instituto Félix Bernasconi, en Parque Patricios, fue el escenario donde estalló el conflicto. Un grupo de supervisores planteó la lectura del documento para que Narodowski respondiera a las críticas. El ministro se negó y el encuentro terminó en un acalorado diálogo de sordos. Desde el gobierno macrista dicen que fue una jugada “provocadora”, porque la metodología de trabajo suponía que se hicieran llegar antes los temas a tratar.

El tironeo desembocó en que las críticas empezaran a circular por Internet. Las siguientes son algunas de las que unifican la protesta.

- “La modificación de todo el organigrama político de conducción del sistema significa que no hay reconocimiento a las etapas anteriores, como si la educación no fuera una política de Estado. Esto implica arrogarse la pretensión de ser fundacional, lo que se puede observar a través de declaraciones de las autoridades a nivel periodístico o en reuniones de personal.”

- “Se observa desconocimiento por parte de distintos funcionarios, asesores y/o colaboradores de los encuadres normativos, de las dinámicas que implica la gestión educativa, lo que genera incertidumbre frente a las acciones.”

- “La decisión de la gestión educativa de eliminar las jornadas de organización institucional gravita directamente en las condiciones de enseñar y aprender.”

- “Resulta alarmante la falta de personal auxiliar de portería y maestranza, verdaderos auxiliares de la educación.”

“Mariano tiene una política educativa que uno puede compartir o no, pero debajo de él es un desastre: el subsecretario de Recursos, el que maneja el presupuesto, es Andrés Ibarra, un ex gerente de Boca Juniors acostumbrado a manejar el pase de jugadores. El director general de Gestión Estatal, Luis María Rodríguez, fue sumariado por permitir el uso de la pileta de una escuela pública como si fuera un club privado; el director del área Técnica, Pablo Sánchez, fue sumariado y lo suspendieron con más de cien días”, repite un grupo de supervisores.

Desde el entorno de Narodowski no quieren responder públicamente a los cuestionamientos antes del próximo encuentro mensual –se haría el 6 de junio–. Dicen que “el director de Gestión Estatal es un ex supervisor y el docente con mayor puntaje de la ciudad” y aseguran que desconocen que haya sido sumariado. Lo mismo dicen sobre Sánchez. Admiten, en cambio, que puede haber problemas de comunicación porque el equipo es nuevo. “Cometimos errores, pero llevamos apenas cinco meses de gestión: no privatizamos, no hicimos escuelas charter, continuamos con los programas sociales, con la orquesta de las Zonas de Acción Prioritaria”, enumeran para conjurar cuestionamientos.

Deudas y dudas

Los problemas de infraestructura escolar que llevaron a sancionar la emergencia edilicia, la decisión de suprimir los subsidios para mantenimiento, la orden de no permitir que los docentes salgan de los establecimientos en horarios de trabajo y que no hablen con la prensa contribuyeron a exacerbar el malestar en un gremio crítico a los popes de PRO. Los supervisores dicen que se prometieron 400 millones de pesos para afrontar los problemas en los edificios y es bajísimo el nivel de ejecución. El team de Macri precisa que, en realidad, son 280 millones de pesos, de los cuales 100 están imputados a obras en marcha y se está renegociando un bono para afrontar deudas. Para los otros 180 millones se están intensificando los tiempos de ejecución. “La Defensoría del Pueblo decía que había 110 escuelas sin gas. Nosotros calculábamos 90 y ahora hay 62. Vamos avanzando, pero son muchas las situaciones que heredamos”, se defienden.

En el marco de la emergencia edilicia se suprimieron los subsidios –entre 8 y 10 mil pesos anuales– destinados a las cooperadoras escolares y se prometió reemplazarlos por un aporte directo de unos 1500 pesos a los directores, renovables una vez que se rindiera su ejecución. En las escuelas aseguran que esas partidas no llegan y generan molestias cotidianas, porque no hay plata para papelería o para subsanar problemas mínimos.

Los anuncios sobre las autorizaciones para que los docentes puedan salir de las escuelas o hablar con la prensa son asumidos como “errores” por la gestión de Narodowski. Como justificativo del encono gremial, los Narodowski’s boys dicen que suprimieron 800 comisiones de servicio –el beneficio que permite mantener el cargo y el sueldo docente mientras se cumplen funciones gremiales o se realizan trabajos fuera del aula– y esto “enerva” a los sindicatos.

La complejidad del sistema educativo tiene una lógica propia y para influir en su funcionamiento aparece como evidente la necesidad de negociar. El macrismo genera desconfianza y la reacción de supervisores aliados a los gremios confirma las dificultades para promover cambios sin la anuencia de los actores directos.

El packaging PRO incluye también internas soterradas: Narodowski suele definirse como el ala “progre” del macrismo junto con la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, y el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, y se diferencia de la “derecha” liderada por el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. Los defensores del ministro de Educación esgrimen también esas discrepancias para explicar el embate contra su referente.

Los supervisores dicen sentirse “puenteados” por Narodowski. Muchos de ellos están en pie de guerra y el ministro duda de seguir promoviendo los encuentros mensuales. Desde hace diez días, el pedagogo que supo militar en la Ctera y recaló en el equipo de Mauricio Macri está envuelto en la polémica con parte del estamento de conducción del sistema educativo al que se destina un presupuesto de 3200 millones de pesos.

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Mariano Narodowski prefirió no responder públicamente los cuestionamientos que le presentaron en un documento.
Imagen: DyN
 
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