Otro fiscal federal, Patricio Evers, pidió que se investigue a Carlos Menem y a ex funcionarios de su gabinete por el posible encubrimiento del atentado a la AMIA. Un dictamen que entregó ayer al juez Ariel Lijo se suma y le da impulso a la presentación que hizo la semana pasada el fiscal Alberto Nisman, quien también requirió la detención del ex presidente, del ex jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, y del ex juez Juan José Galeano. Ahora el magistrado debe decidir si avanza en esa dirección.

En su dictamen Evers le pide al juez Lijo que requiera informes sobre quiénes “desempeñaban funciones en la Dirección General de Audiencias” de la Presidencia en 1994 y quién coordinaba la llamada “Unidad Presidente” entre julio (mes del atentado) y septiembre de aquel año. Entre esas fechas, según la denuncia de Nisman e impulsada por Evers, el padre de un sospechoso, Alberto Kanoore Edul, habría realizado gestiones a favor de su hijo Alberto Jacinto ante el Gobierno.

En el expediente hay escuchas que, según los fiscales, “demuestran que la relación entre la familia Kanoore Edul y el poder político de aquellos años era frecuente” y existirían pruebas de que recibieron “asistencia política de primer nivel” cuando comenzaron a ser investigados el día posterior al atentado.

Evers solicitó que se investigue a los responsables de obstruir el esclarecimiento de la llamada “pista siria”, entre quienes señala al hermano de Menem, Munir; a Anzorreguy y su ex segundo, Juan Anchezar, a Galeano y al comisario de la Policía Federal Jorge Palacios.

Según planteó Nisman la semana pasada, existió “un plan deliberadamente ideado a fin de proteger y encubrir a quien desde el comienzo aparecía como uno de los máximos sospechosos de haber tomado parte, Alberto Jacinto Kanoore Edul”. El fiscal sostuvo que hubo una “orden directa emanada de lo más alto del gobierno del entonces presidente Carlos Menem y su efectiva concreción no habría sido posible sin la aquiescencia y acatamiento de distintos funcionarios públicos”.