Adrián Pérez, de la CC, el radical Gerardo Morales y Pino Solanas. Abajo: Federico Pinedo, de PRO, el socialista Roy Cortina y Vilma Ripoll, del MST.
Imagenes: Leandro Teysseire, Télam, Rafael Yohai, Daniela Amdan y Gustavo Mujica

Desde la Coalición Cívica hablaron de “manoseo”, en el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) acusaron al Ejecutivo de “provocador”, mientras los radicales se quejaron de la “unilateralidad”. A la par, los socialistas repudiaron los “ataques al campo”, Proyecto Sur pidió un “debate serio” y en el PRO estrenaron conceptos como “la morenización de la economía”. Todas son reacciones opositoras a las medidas anunciadas ayer por el Gobierno. Así, de izquierda a derecha coincidieron en que el conflicto con las cuatro entidades agrarias no se soluciona con las medidas oficiales dadas a conocer ayer, sino en la mesa de diálogo.

“El anuncio es cosmético, porque no trata la cuestión de fondo. Lo anunciado no modifica sustancialmente la situación, ya que modifica el esquema de retenciones sólo a partir de precios imprevisibles. Desde nuestra óptica, es un manoseo más del Gobierno, que se mantiene en la línea dura e inflexible de (Julio) De Vido y (Néstor) Kirchner”, interpretó el jefe del bloque diputados de la CC, Adrián Pérez.

El encargado de manifestar la postura del socialismo fue el diputado Roy Cortina: “Si no es producto de consenso, hacer un anuncio no va a servir de nada en esta crisis. Es que después de 80 días de conflicto no se puede hablar desde la tevé y continuar agrediendo directa o indirectamente al campo”, aseguró.

Desde otra óptica, Fernando “Pino” Solanas también salió a decir lo suyo. Defensor de la intervención estatal en la economía, fue el único que entendió como “un gesto” la actitud del Gobierno. Sin embargo, también dijo descreer de que el conflicto se solucione “orejeando las cartas”. “Parece una dura partida de truco que le está causando enormes perjuicios al país. Para nosotros esto no es entre buenos y malos, tampoco entre el campo y el Gobierno. Acá hay un tercer protagonista, que es el conjunto de la sociedad argentina, que ha descubierto la complejidad y las desigualdad del tema rural”, analizó. A su vez, el cineasta agregó que “el Gobierno debe, de una vez por todas, cuestionar a los monopolios exportadores, que parecieran quedar todavía fuera de la discusión, y crear la Junta Nacional de Granos”. Entre sus reclamos, también planteó la necesidad de aplicar retenciones a los sectores de la pesca y la minería y de discutir un “nuevo plan agropecuario que garantice la soberanía alimentaria”.

Aunque también por izquierda, el MST piensa distinto. A su dirigente, Vilma Ripoll, no sólo se la vio siempre cercana a los piquetes verdes, sino que ella misma se enorgullece al contar que en su pueblo santafesino, Firmat, los chacareros están en las rutas. “El Gobierno miente, es necio, provoca y patotea”, disparó desde un comienzo. “No están intentando resolver el problema de los pequeños y medianos productores independientes y autoconvocados del campo que con este esquema corren el constante riesgo de quedar en manos de los pools de siembra o de la oligarquía”, explicó. Es por eso, continuó, que “a partir de esta provocación van a salir también los pueblos del interior a acompañar a los pequeños productores, que son los que están en las rutas”.

Federico Pinedo fue otra vez el vocero del macrismo en esta disputa. Como presidente del interbloque PRO en la Cámara baja, el legislador también rechazó la propuesta del Ejecutivo y bregó porque las retenciones se debatan en el Congreso: “Hacían falta reglas claras para invertir, pero la única señal de largo plazo que da el Gobierno es que no respetará las instituciones, que no respetará al Congreso y que los ministros podrán seguir cambiando los impuestos y las reglas de juego cuándo y cómo se les ocurra”. Luego, innovador, añadió: “Es la morenización de la economía. El futuro de nuestro país será el que Moreno o algún ministro de turno quiera”.

Por su parte, desde el radicalismo, Gerardo Morales cuestionó que el Gobierno “siga apostando al unilateralismo, sin buscar soluciones a los grandes temas nacionales en base al diálogo y el consenso. Primero se preparan para la guerra, se reúne el PJ, se reúnen con los piqueteros y, sin esperar respuesta, hacen un anuncio por su cuenta”. Criticó además los reintegros y el actual “unitarismo” del Gobierno: “Así tienen de rehenes a gobernadores y productores”, afirmó.