Antes de regresar de España, la presidenta Cristina Fernández incluyó a un medio argentino –Telefé, de propiedad de la empresa ibérica Telefónica– en la serie de entrevistas que concedió a medios españoles. Fue su primer reportaje con temario amplio desde la recordada conferencia de prensa que dio en la Quinta de Olivos. En el largo diálogo con el periodista, CFK hizo un balance de su visita de Estado a Madrid, mencionó el tema Aerolíneas (“la decisión de expropiar la empresa no nos hubiera gustado tomarla nunca”), habló sobre el fracaso de la Resolución 125 y negó que haya evaluado renunciar tras la derrota en el Congreso. “Nunca pensé en eso”, zanjó. Como mensaje central, la Presidenta exhortó a todos los sectores de la economía a “poner mucha razonabilidad” para “contribuir a mantener las claves del modelo económico”, al que definió como “acumulación productiva”. “Este gobierno y el que lo precedió han hecho de la defensa del empleo uno de los objetivos principales”, subrayó.

El tono de la entrevista tuvo bastante que ver con la idea principal del Consejo Económico y Social, un ámbito de negociación entre las confederaciones patronales y obreras en España. La Presidenta pretende tomar esa experiencia como inspiración para las negociaciones entre el Estado, la Unión Industrial Argentina y la CGT. “Tenemos que entender que todos, en un momento difícil que vive el mundo, debemos contribuir a mantener los equilibrios macroeconómicos”, aseguró. En relación con la crisis económica global, CFK volvió a destacar que las políticas económicas implementadas por su administración y la de su esposo permiten a la Argentina “enfrentar mejor preparados” la turbulencia internacional. “No es que seamos invulnerables a la crisis, pero sí contamos con instrumentos para hacerle frente. Esta crisis financiera es muy parecida a la que vivimos los argentinos en el 2001”, insistió.

Como alternativa para enfrentar la depresión económica producida por la crisis, la Presidenta llamó a impulsar “otro capitalismo, que promueva el consumo y haga girar la rueda de la economía”. “Es la clave del modelo que nunca nos planteaban desde el FMI, que nos pedía ajustes y prohibía el consumo. Esta es la hora de la economía real. Los empresarios deben invertir, invertir e invertir y los consumidores, consumir, consumir y consumir”, destacó. Aparte de su llamado a fortalecer el mercado interno, la Presidenta demandó una reforma de los organismos multilaterales como el FMI y el Banco Mundial. “Es necesario debatir nuevos instrumentos en lo que hace a la arquitectura de los organismos de crédito, atacando los paraísos fiscales. En la medida en que no se logre esto, va a ser muy difícil restituir las finanzas en el mundo y, lo que es más importante, la confianza de la sociedad en la economía real”, remarcó.

Durante la entrevista tampoco faltó la referencia a las relaciones con España, sobre la que se habían escuchado pronósticos muy sombríos. La Presidenta dejó entrever que la expropiación de Aerolíneas pudo haber generado ruidos en el vínculo bilateral, pero recalcó que la decisión fue necesaria porque la empresa “había dejado de prestar un servicio esencial”. “Me hubiera gustado que todo hubiera salido bien, que la empresa hubiera funcionado bien, pero no fue así. Entonces tomamos la decisión de la expropiación. Sin embargo, creo que este tema es sólo un episodio, es parte de una película extensa que tenemos delante con España y que no modifica nuestros lazos inalterables con ese país”, afirmó.

Quizás el momento más delicado de la entrevista haya sido el balance del conflicto por las retenciones y su desenlace en el Parlamento. CFK defendió el objetivo de la Resolución 125. Dijo que había sido pensada “con un criterio razonable”. “Estaba atada a la producción. Si había más producción y se ganaba mucho, el sector debía contribuir con una parte de la renta para poner en ejecución la redistribución del ingreso. Si ese sector, que ganaba mucho, no lo hacía o esa ganancia disminuía, también disminuía el acompañamiento, con un criterio razonable.” Al hablar sobre el conflicto, CFK también advirtió que impulsar la redistribución del ingreso “no siempre es fácil”. Entonces le pidieron que hiciera un balance de su primer año de gobierno. “El balance es muy bueno para el país aunque no lo sea tanto para la Presidenta”, contestó con honestidad brutal.