Sábado, 28 de marzo de 2009 | Hoy
EL PAíS › EL VICEPRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS, JOE BIDEN, SE REUNIó CON CRISTINA KIRCHNER EN LA CUMBRE PROGRESISTA
Marcando distancia con el gobierno de George Bush, el vice de Obama le dijo a la Presidenta argentina que están dispuestos a dialogar sobre todos los temas. La reformulación del sistema financiero internacional es un punto a debatir en la Cumbre del G-20.
Por Fernando Cibeira
Desde Viña del Mar
“No estamos de acuerdo con las políticas del pasado, estamos dispuestos a dialogar”, le explicó el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden a la presidenta Cristina Kirchner durante la entrevista de casi una hora que mantuvieron ayer en Viña del Mar. La referencia a la vuelta de hoja que pretende la administración de Barack Obama respecto de lo que fue la de George Bush abarcaba la relación bilateral, el vínculo con la región y hasta el papel norteamericano en el mundo. Cristina Kirchner y Biden coincidieron en la necesidad de acordar posiciones respecto a la próxima Cumbre del G-20 que apunten a reformular el sistema financiero de manera que los países emergentes –como Argentina– tengan voz y voto. “No podemos tener éxito si ustedes no lo tienen, contamos con ustedes para salir de la crisis”, le aseguró Biden.
Fue la primera actividad de la Presidenta en el marco de la Cumbre Progresista que arrancó anoche y que cerrará hoy pasado el mediodía. El encuentro se atrasó unos minutos porque Biden se había reunido con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, pero la espera luego la compensó porque la charla con Cristina Kirchner se prolongó hasta que llegó la hora de partir hacia la cena oficial que Michelle Bachelet ofreció en el palacio del Cerro Castillo. Quedaron en sentarse a la misma mesa así podían seguir conversando.
Es que la posición de Biden es coincidente con la que viene exhibiendo el gobierno argentino a propósito de la crisis. Por ejemplo, el vicepresidente norteamericano enterró la teoría del derrame.
“Los ricos no van a salvar a los pobres”, definió, y explicó que el éxito de la economía debía medirse según el crecimiento de la clase media y de la clase trabajadora. “Hay que hacer crecer la demanda global”, fue otra de las definiciones de Biden como propuesta para salir del atolladero económico. En ese momento la Presidenta lo interrumpió: “Pero vemos que hay proteccionismo”. El norteamericano lo reconoció. “Es cierto, tenemos que evitar que Estados Unidos caiga en el proteccionismo, pero tenemos nuestras presiones”, respondió.
El encuentro se realizó en el Hotel Sheraton Miramar, sede de la cumbre, en las playas de Viña del Mar. El moderno edificio lució hipercustodiado por los carabineros pero, a diferencia de otras cumbres presidenciales, no consideraron necesario cortar el tránsito sobre la avenida costera. Del lado argentino, junto a la Presidenta se sentaron el canciller Jorge Taiana, el embajador en Estados Unidos, Héctor Timerman, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Por los norteamericanos estuvo Dan Restrepo, el principal asesor de Obama en la política exterior para América latina.
No fue el primer encuentro entre Cristina Kirchner y Biden. Se habían visto en 2004, cuando la entonces senadora Kirchner viajó a Boston para participar de la Convención del Partido Demócrata que lanzó la candidatura de John Kerry. Biden fue durante décadas el principal referente de política exterior de los demócratas en el Parlamento, así que conoce prácticamente a todos.
Ayer, Taiana y Timerman hicieron de voceros luego de la reunión y de sus palabras no quedó claro si se había hablado de casos específicos de la región que preocupan a Estados Unidos como Cuba y Venezuela. Lo que sí, subrayaron fue que Biden adelantó que Barack Obama participará de la Cumbre de las Américas que se realizará a mediados de abril en Trinidad y Tobago dispuesto a hablar “de todos los temas”. Esta apertura, implícitamente, significa que aceptará analizar el embargo a Cuba, que ya mereció el rechazo de los países de la región en una cumbre realizada el año pasado en Brasilia.
Con todo, la conversación volvió siempre al eje de la crisis y sus posibles salidas, leitmotiv de la convocatoria a estas playas. Entre los países que discuten el tema se viene generando una división entre los que priorizan las regulaciones del sistema y los que se vuelcan de lleno al estímulo de la demanda. Ayer, Biden y Cristina Kirchner coincidieron en que una cosa no contradecía la otra y lo que debía buscarse era que ambas iniciativas se pusieran en marcha en conjunto.
“Usted ha trabajado mucho en la reforma del sistema financiero”, le dijo Biden a Cristina Kirchner. Agregó que, por eso, iba a ser útil escuchar su propuesta durante la Cumbre del G-20, la semana que viene en Londres. Las modificaciones que viene pidiendo la Casa Rosada son una democratización de la conducción de los organismos internacionales y el otorgamiento de créditos sin los condicionamientos que habitualmente traía atados, tan afines a la ideología de un Consenso de Washington del que ya hasta su creador reniega.
Biden viajó hasta el sur del continente con un discurso bastante parecido. Fue el primer encuentro de la Presidenta con un funcionario de la nueva gestión en la Casa Blanca. Al igual que durante la conversación telefónica que mantuvo con el propio Obama, la actitud fue la de dejar atrás los últimos tropiezos de la relación bilateral y buscar las coincidencias. Así, lo que vienen escuchando los funcionarios argentinos en los últimos días es todo lo que siempre quisieron escuchar en Washington. La mirada de la Casa Blanca ahora es más global y se interesa por cuestiones como la inclusión y el crecimiento, no sólo por la seguridad y los acuerdos de libre comercio. El tema es si se puede creerles. “Crédito tienen, porque a éstos los escuchás hablar y parecen de ultraizquierda al lado de lo que eran los de Bush”, resumía un funcionario argentino que participó de la reunión.
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