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El diputado Luis Zamora declaró ayer en forma testimonial en el juicio contra Carlos Bértola y Diego Quintero, los dos jóvenes acusados de tenencia de explosivos para atentar contra la seguridad común. Por su parte, organismos de derechos humanos acusaron al juez de instrucción Rodolfo Canicoba Corral de “interpretación maliciosa” e hicieron un llamamiento a los integrantes del tribunal a que “tengan en cuenta la fragilidad y contradicción de las pruebas acusatorias”.
El 12 de abril de 2001, una bomba casera estalló dentro del auto en que Bértola y Quintero viajaban por el microcentro. La detonación le provocó al segundo de ellos la pérdida de su brazo derecho. Ambos fueron detenidos minutos después, y luego acusados de tenencia de explosivos y de intentar realizar un atentado. Zamora fue citado ayer por los abogados defensores pertenecientes a la Liga de los Derechos Humanos, ya que conocía a los jóvenes debido a que ambos tenían militancia política y en organismos de derechos humanos.
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Tati Almeida, representantes de las Abuelas de Plaza de Mayo, HIJOS, Serpaj, entre otros organismos de derechos humanos, brindaron una conferencia de prensa. Los organismos criticaron el proceso debido a que durante las audiencias se presentaron afiches y banderas de organismos de derechos humanos y de la Asociación de Trabajadores del Estado como pruebas acusatorias. Y recordaron la declaración de un policía que participó de los allanamientos a la casa de los detenidos, quien habría afirmado ante el Tribunal que tenía la “orden de recoger material político, entre el cual figuran banderas, pañuelos de las Madres y recortes de diarios”. Por su parte, la Coordinadora Aníbal Verón marchó ayer a Comodoro Py para exigir la libertad de los jóvenes y denunciar la criminalización de la protesta social.