Todo lo sólido se desvanece en el aire. La certeza de la candidatura de Gabriela Michetti se esfumó en Semana Santa. Y, con ella, parece haberse evaporado también la seguridad de que continúe la alianza entre Mauricio Macri y sus socios bonaerenses, Francisco de Narváez y Felipe Solá, que se volverán a ver las caras mañana para intentar recomponer la relación. “El lunes se sabrá si seguimos juntos o no”, le agregó dramatismo Felipe Solá, que había objetado la posibilidad de que Michetti abandonara su candidatura a diputada. “No hay que temerle al qué dirán”, había dicho.

El último encuentro cara a cara entre Macri y sus socios no terminó nada bien. Los bonaerenses le ofrecieron en la lista de diputados el sexto lugar para una mujer, el octavo para un hombre y otros dos lugares después del décimo. Macri reclamó “un tercio”. Al siguiente día, De Narváez y Solá anunciaron la fórmula De Narváez-Solá en prime time de un noticiero y sin el líder de PRO. Desde entonces, los negociadores macristas José Torello y Christian Gribaudo intentaron recomponer la relación. Comenzaron por discutir las listas distritales para luego llegar a la nacional.

Pero la posibilidad de que Michetti se baje volvió a tensionar la inestable alianza. Solá le reclamó a Michetti que tenga menos miedo “al qué dirán” y a las críticas que recibe por su eventual candidatura. Y le pidió a Macri que deje “de pensar en su futura relación con Kirchner y ponga el cuerpo en esta alianza”. “Tiene que jugársela”, remató.

Ayer el ex gobernador destacó que la posibilidad de la ruptura con Macri no es por la habitual rosca de cuánto le corresponde a cada uno. “Lo de las listas se resuelve. Hay problemas más de fondo, en relación a la mirada sobre la política nacional, sobre el momento, que puede estar llevándolo a Macri a una situación de rever su posición”, indicó Solá. “Falta muy poco y hay que cerrar una enorme cantidad de listas”, aclaró, de todas formas. “Si Kirchner juega todo, nosotros también tenemos que poner todo”, insistieron en el entorno del ex gobernador, como un mensaje hacia Michetti. “No podemos ir con gente que no tenga claro lo que vamos a tener que confrontar en la tercera sección electoral”, remarcaron. Allí, justamente, Macri lo quiere como cabeza de lista a Jorge Macri, el primo renacido de sus cenizas que ayer salió a responderle a Solá.

“Vamos a hacer un gran esfuerzo para que no se rompa el frente. Tenemos un gran compromiso para sostenerlo unido, pero preocupan algunas cosas. Es erróneo e injusto plantear que Mauricio Macri no le pone el cuerpo. Mauricio le puso el cuerpo claramente a eso, estuvo en la fotografía de presentación, los convocó a De Narváez y a Solá, habló con ellos y se comprometió para un distrito que no es el de él”, le contestó Jorge Macri, que –esta vez– respondió en nombre de su primo. Tras su salida abrupta de la conducción del partido, el referente bonaerense de PRO volvió al ruedo luego de un encuentro con el jefe de Gobierno, en el que recibió el ofrecimiento de ser candidato a diputado o senador provincial, y otra reunión que tuvo el martes pasado con José Torello. “No terminamos de afinar detalles de mi lugar, pero la relación viene bien y estamos trabajando juntos”, explicó Jorge Macri a Página/12.

“Hay otras diferencias que no tienen que ver con los espacios (en las listas), sino con declaraciones poco felices y con hacer un acto de lanzamiento para la tercera candidata e instalar un comando de campaña, sin ningún invitado del PRO. Eso ya es mucho”, advirtió Jorge Macri sobre el hecho que más irritó a los macristas: esta semana se lanzó el comando de campaña de Unión-PRO en plena Capital, y allí el sindicalista rural Gerónimo “Momo” Venegas ungió como tercera en la lista a la actriz Claudia Rucci, hija del asesinado líder de la CGT José Ignacio Rucci. Esto gustó bien poco a los macristas, que consideran que ese lugar les corresponde.

“No hay vocación de respeto por nuestro espacio”, remarcó el dirigente bonaerense, que dejó abierta la posibilidad a ir con listas propias. Los macristas insisten en que las palabras de Jorge Macri provienen también de su primo. Y, que antes que un bleff en la negociación, la posibilidad de ruptura es cierta. “Si la negociación fracasa o se corre al límite de lo no aceptable, tenemos que tener un plan B, que es ir con una lista propia”, insisten. No descartan iniciar negociaciones con la referente de la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer. Aunque es una posibilidad remota, en la era de la política líquida todo puede suceder.