Jueves, 9 de julio de 2009 | Hoy
EL PAíS › EL GOBIERNO Y LA OPOSICIóN SE CRUZARON POR LAS MODIFICACIONES EN EL GABINETE NACIONAL
Desde el kirchnerismo defendieron los cambios realizados por la Presidenta y adelantaron un gabinete con mayor visibilidad. Pero hubo peronistas díscolos como Das Neves y Busti que los cuestionaron. La oposición le apuntó a Moreno.
Los cambios en el gabinete dispuestos por la presidenta Cristina Kirchner generaron ayer fuertes cruces entre el Gobierno y la oposición, e incluso también diferencias dentro del propio oficialismo, donde algunos dirigentes provinciales salieron a pedir modificaciones “de fondo”. “Hay muchísimas cosas positivas que hay que fortalecerlas y seguir trabajando en ellas porque la sociedad las considera propias y que hacen al cambio”, desplegó el flamante jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, los argumentos para las modificaciones. Los cuestionamientos estuvieron centrados en la permanencia de Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio Interior y en el carácter supuestamente cosmético de la reestructuración del Gobierno.
Aníbal Fernández reconoció que si la sociedad “votó de una determinada manera” eso significa que “evidentemente pide cambio de alguna política”. No obstante, reivindicó la posibilidad de la Presidente de tomar sus decisiones por sus convicciones y “no por lo que dicen los diarios”.
Defensores del recambio hubo varios. Por ejemplo, el jefe del bloque de diputados del oficialismo, Agustín Rossi, destacó que los cambios modificarán el perfil del elenco ministerial. “Será un gabinete con ministros de alto perfil, con mucha visibilidad y, en este sentido, eso mejorará sustancialmente lo que significa comunicación del Gobierno, y es un elemento positivo a tener en cuenta”, sostuvo el diputado.
Otro fue el gobernador de Tucumán, José Alperovich, uno de los caciques provinciales del PJ victoriosos en la elección del 28 de junio que hasta ahora se había llamado a silencio. “La Presidenta ha realizado los cambios en el gabinete que las circunstancias le aconsejaban de acuerdo con el proyecto nacional del cual ella está plenamente convencida y al que nosotros venimos apoyando”, sostuvo Alperovich, quien casi a la medianoche recibió a la Presidenta en su provincia para el acto de hoy por el Día de la Independencia (ver página 4).
Pero no todos los gobernadores peronistas estuvieron de acuerdo. El de Chubut, Mario Das Neves (PJ), fue el primero en sumarse a los cuestionamientos que hasta el martes habían permanecido restringidos a los opositores. Das Neves consideró que el nuevo ministro de Economía, Amado Boudou, “va a ser funcional” al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. “Moreno es una persona de dudosa idoneidad y de una gran prepotencia”, fustigó, “un prepotente con una palanca muy grande”.
Das Neves, que en estos días empapeló el centro de Buenos Aires con carteles que lo impulsan como candidato para 2011 debió salir a responder sobre los sobreimpresos de “ladrón” que aparecieron sobre sus carteles, y no dudó en endilgarle la responsabilidad de la pegatina a Moreno. “Los que son ladrones creen que son todos de su misma condición. Cuando son burdos dejan los dedos marcados y por eso sabemos que pertenecen a la APP (Agrupación Pueblo Peronista), que responde a Guillermo Moreno”, acusó.
En medio de la andanada contra el secretario, el gobernador rescató sin embargo la designación de Aníbal Fernández como jefe de Gabinete al decir de él que “es una persona que no tiene problema en levantar el teléfono y dialogar”.
Otro que salió a cargar contra la permanencia del secretario de Comercio Interior fue el ex gobernador de Entre Ríos Jorge Busti, un peronista crítico que adhiere a la candidatura presidencial de Carlos Reutemann y mantiene una relación oscilante con el kirchnerismo. Busti sostuvo que “los cambios que se realizaron en el Gabinete no son los que se esperaban”. “Dudo que haya una nueva mirada para trabajar en una política agropecuaria, tan necesaria en este momento. El nuevo gabinete es más de lo mismo”, agregó. También cargó los puntos sobre Moreno, al apuntar que mientras continúe en el cargo “no se podrá avanzar en nada en la solución del conflicto del campo”.
Y si hubo algunos justicialistas críticos, ni hablar de los opositores. El diputado de Unión-PRO Francisco De Narváez se mostró escéptico con las designaciones. “Sigue habiendo obediencia debida a Néstor Kirchner”, sostuvo, al considerar que es el ex presidente quien “fue derrotado en lo él mismo definió como un ‘plebiscito’ de su modelo, y por eso debe retirarse del Gobierno”.
De Narváez añadió que, a partir del resultado electoral, “el país necesita un cambio drástico de políticas, no de nombres. Pero mientras esté Néstor Kirchner al frente del Gobierno, como está, nada va a cambiar, simplemente van a cambiar las caras, tal vez el tono del discurso y nada más”. El empresario concluyó que sería “emblemático” que se alejara el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, con lo que consideró que “empezarían a cambiar las cosas”.
Felipe Solá, en cambio, se dedicó fustigar el nombramiento de su enemigo histórico Julio Alak como ministro de Justicia y Seguridad. “No me parece un acierto en absoluto”, consideró. A Mariano Recalde, nuevo responsable de Aerolíneas Argentinas, lo ninguneó: “No lo conozco”, dijo. Lo mismo en relación a la llegada de Diego Bossio al frente de la ANSES.
También fueron críticos algunos de los referentes del centroizquierda que la Casa Rosada ve como posibles nuevos aliados en el Congreso como Fernando Pino Solanas y Martín Sabbatella. Solanas consideró que en el Gobierno “hay desorientación y soberbia” y opinó que es “lamentable” que haya asumido como jefe de Gabinete Aníbal Fernández, a quien llamó un “inventor de patrañas”. “Hay que ser muy soberbio para no reconocer que se perdió y para no buscar el cambio, la apertura, figuras nuevas, que no las hay”, apuntó Solanas.
Martín Sabbatella, electo por Nuevo Encuentro, también planteó un duro cuestionamiento al Poder Ejecutivo. “No hay ninguna señal de renovación política, de algo distinto. Estos nombramientos suenan más a retroceso que a avance”, opinó. Para el ex intendente de Morón, “es necesario que el gobierno reconozca los errores y lo que está mal para poder proteger los aciertos y recuperar la autoridad de la palabra”. Le apuntó a Boudou: “un alumno aplicado de la escuela ultraliberal del CEMA”.
Las críticas opositoras se apilaron. El senador electo por Córdoba, Luis Juez, consideró que la Presidenta “sigue sin leer lo que pasó el 28 a la noche, la gente le pidió prudencia, pluralidad, apertura, pero hizo todo lo contrario”.
Desde el Acuerdo Cívico, el titular de la UCR, Gerardo Morales, y la diputada Margarita Stolbizer volvieron a la carga. “Los cambios fueron puro maquillaje”, insistió ayer Morales. Stolbizer habló de “un retroceso político e ideológico” porque, sostuvo, sólo se modificaron “nombres”.
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