El sacerdote Jorge Oesterheld, vocero de la Conferencia Episcopal, confirmó ayer al comenzar la reunión de la Comisión Permanente de la jerarquía católica que los obispos recibirán un informe sobre la situación social y sostuvo que al margen del debate sobre la cantidad de pobres en la Argentina “sean cuales fueren las cifras, (la pobreza) es un escándalo igual”, retomando de esa manera las palabras de Benedicto XVI en el mensaje enviado a la Argentina con motivo de la colecta Más por Menos que se realizará el 13 de septiembre. Oesterheld dijo también que el gobierno nacional “hizo mucho” para combatir la pobreza, pero que lo realizado “no alcanzó” y por lo tanto “hay que redoblar los esfuerzos”.

Una veintena de obispos católicos integrantes de la Comisión Permanente del Episcopado está reunida desde ayer en Buenos Aires bajo la presidencia del cardenal Jorge Bergoglio y extenderá sus deliberaciones hasta mañana jueves. En el temario a tratar en el encuentro consta un informe sobre la situación social, a cargo del presidente de la Pastoral Social, Jorge Casaretto, obispo de San Isidro. Al respecto, Oesterheld subrayó que “el tema de la pobreza preocupa a la Iglesia”, y que en este sentido “la postura de los obispos es unánime”.

Casaretto y su colega de Cáritas, Fernando Bargalló (Merlo-Moreno), han sido los encargados de destacar la preocupación eclesiástica por la pobreza y de salir a discutir las estadísticas oficiales al respecto. Evitando mayores polémicas, Oesterheld dijo ahora que “lo importante” es tomar en cuenta el documento de la Iglesia del año anterior, en el cual se pidió alentar el diálogo “para buscar consensos sobre políticas de Estado para paliar la pobreza”. De esta manera, insistió también en los dichos públicos de Casaretto y de la mayoría de los obispos que alientan toda iniciativa de diálogo.

La situación social y situación política del país son dos temas que acaparan el encuentro episcopal en el llamado “intercambio pastoral”, una suerte de análisis de la coyuntura político-social vista con los ojos de la jerarquía eclesiástica y que figura invariablemente en el primer punto del temario de cada reunión. Allí, los obispos venidos de todas las partes del país vuelcan informaciones y opiniones y conforman una mirada general sobre la actualidad nacional. Hasta anoche no se había decidido aún si habrá un pronunciamiento oficial mañana, cuando concluyan las deliberaciones, aunque se estima poco probable que ello ocurra. La próxima asamblea plenaria de los obispos católicos se realizará en la semana del 9 al 14 de noviembre próximo.

Además de las cuestiones sociales, los obispos tienen en la agenda otros temas de carácter intraeclesiástico e institucional, como lo son las designaciones de miembros de las diferentes comisiones episcopales especializadas.

Por su parte, la Comisión Episcopal de Pastoral Social que preside Casaretto ya convocó a la Semana Social, que se llevará a cabo en Mar del Plata, del 9 al 11 del próximo mes de octubre, bajo el lema “Hacia un liderazgo para el desarrollo integral”. La invitación fue girada a “la ciudadanía y a los dirigentes políticos, sociales, sindicales, productivos, educativos y profesionales”. En la convocatoria, los sacerdotes afirman: “Creemos que la opción preferencial por los pobres, de raíz evangélica, exige una atención pastoral atenta a los constructores de la sociedad, generar una mística de servicio al prójimo y al bien común y recuperar el valor de toda sana militancia”.

Aunque todavía no se conoce la lista de participantes e invitados especiales, la Semana Social suele ser una caja de resonancia política y, en ese marco, los obispos intentan introducir en la agenda pública temas que consideran de interés prioritario.