El vicepresidente sigue haciendo gala de su habilidad para molestar a propios y ajenos. Esta vez viajó hasta la provincia de Córdoba para reunirse con el gobernador Juan Schiaretti, uno de los gobernadores peronistas de peor relación con la Casa Rosada. Pero no sólo le recomendó a Schiaretti que “insista” en reclamar los fondos que, según el mandatario provincial, el gobierno nacional le adeuda, sino que se reunió con el titular de la bancada radical en Diputados Oscar Aguad, y el senador electo, Ramón Mestre (hijo). Además, se presentó en un almuerzo organizado por la Fundación Mediterránea en el que expuso durante unos 45 minutos la necesidad de bregar por el consenso y generar políticas de largo plazo.

El encuentro del vice con Aguad y Mestre se produce mientras recrudece la pelea en el radicalismo por la conducción del partido. Los dirigentes cordobeses tienen un acuerdo con Cobos para respaldar a su candidato, el mendocino Raúl Baglini, como sucesor de Gerardo Morales, y a cambio el vice los ayuda en la disputa por la conducción del bloque de Diputados, que quiere retener Aguad.

Mientras Cobos teje alianzas con los cordobeses, el grupo de dirigentes integrado por Morales, el bonaerense Raúl Alfonsín y el mendocino Ernesto Sanz, entre otros, inicia los preparativos para el lanzamiento de la línea interna Renovación Federal, la cual disputará los espacios de poder con los cobistas. Así, parecen conformarse dos grandes líneas hacia adentro del partido. La primera conformada por los cobistas, el sector cordobés de Aguad y Mestre, y los ex miembros de la Coordinadora Nacional Leopoldo Moreau, Fredi Storani y Enrique “Coti” Nosiglia. La segunda es la que integran los dirigentes radicales del interior del país que asumieron la conducción del partido después de la debacle de la Alianza.