Viernes, 16 de octubre de 2009 | Hoy
EL PAíS › CRISTINA KIRCHNER CERRO AYER SU VIAJE A LA INDIA, EL PRIMERO DE SU GESTION A UN PAIS ASIATICO
La Presidenta destacó que la India trajo “suerte” porque la Selección clasificó para el Mundial. En Mumbai, la capital económica del país, sostuvo que el saldo del viaje “ha superado nuestras expectativas”.
Por Nora Veiras
Desde Mumbai
“Primero, quiero agradecer las felicitaciones por la clasificación de la Argentina al Mundial de Fútbol. La India nos ha traído suerte y lo vemos, además, como un buen augurio para nuestra relación.” Caía la noche en Mumbai, a la vera del mar Arábigo, cuando la presidenta Cristina Kirchner cerró su primera visita a un país asiático. “No podía ser mejor, ha superado nuestras expectativas”, abundó sobre el balance del relanzamiento del intercambio político y económico que mira al segundo país más poblado del planeta, con 1150 millones de habitantes, “no como un cliente, sino como un socio, para juntos competir ganando otros mercados”. En el valor de esa matriz coincidieron los más poderosos hombres de negocios indios con los que conversaron durante su estadía. Entre los argentinos primaba también el optimismo por acuerdos cerrados y la expectativa por consolidar el vínculo: “Hay mucho desconocimiento de ambas partes, pero éste es un momento oportuno: India se quiere posicionar en el mundo”.
En el tiempo suspendido del interior del majestuoso hotel Taj Mahal de la capital financiera y económica de la India, parecía no sentirse el cansancio de un día que había transcurrido en tres ciudades: el adiós a Nueva Delhi, el paso por Agra (ver página 8) y el arribo a Mumbai para luego, por la noche, iniciar la larga vuelta a Buenos Aires.
La posibilidad de ampliar negocios signó las entrevistas de la Presidenta en su último día de viaje. Apenas llegó se reunió con Ratan Tata, el heredero de Jamshetji Nusserwanjita Tata, el fundador del más poderoso grupo económico del país de Gandhi, dueño del mítico hotel Taj Mahal que en noviembre del año pasado fue blanco de ataques terroristas: 31 huéspedes murieron, la mayoría por asfixia. Lo inauguró en 1903 y fue su forma de repudiar al imperio inglés que los discriminaba y les impedía alojarse en sus cadenas hoteleras. En ese mismo lugar se refugiaron John Lennon y Yoko Ono para mostrarle al mundo que hay que hacer el amor y no la guerra. Y todo frente a la Puerta de los Ingleses, el monumento con el que en 1911 los británicos pretendieron dejar sentada su potestad en la colonia y por donde tuvieron que abandonarla derrotados en 1947. CFK reseñó que Tata ya ha hecho importantes inversiones en la Argentina en el sector de software y que aspira a ampliarlas en hotelería y turismo.
La ronda continuó con los CEO de las doce empresas más importantes de la India y luego coronó el acuerdo entre los hermanos Hinduja y Claudio Cirigiliano, de Tatsa. Hace seis meses que se conocieron, tres que empezaron los contactos y –con la mediación del ministro de Planificación, Julio De Vido, y del subsecretario de Comercio Internacional de Cancillería, Luis María Kreckler– acordaron ayer que en la planta de la empresa en San Martín se ensamblarán camiones producidos por Hinduja, lo cual representaría alrededor de cuatrocientos nuevos puestos de trabajo.
Tatsa, por su parte, les venderá el modelo para construir micros de piso bajo en la India. El dirigente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Ignacio De Mendiguren, repetía didáctico las cifras que daban cuenta de quiénes eran los hermanos Gopichand y Ashok: tienen sedes en 36 países, el primer banco indio en Suiza y emplean a 50 mil personas con un capital de 12 mil millones de dólares. Los Hinduja dijeron que van a desarrollar una nueva planta de Gulf Oil en la zona industrial de Buenos Aires para fabricar una amplia gama de lubricantes industriales y comerciales y anunciaron que esta ciudad será la cabecera para Latinoamérica de los astilleros del grupo. “¿Te imaginás cómo serán cuando crezcan?”, bromeó un empresario ante la pequeña estatura de los magnates, quienes comprometieron una visita de su gente en noviembre a Buenos Aires, decididos a concretar las buenas intenciones.
Un paneo por las coincidencias políticas que le dan el marco al relanzamiento del intercambio con el país gobernado por el premier Manmohan Singh fue el eje del discurso de cierre de la Presidenta. “La Argentina en los últimos seis años ha tenido el crecimiento más importante de su historia, a un promedio del 8,5 por ciento anual. Una de las características de ambos países con economías emergentes ha sido vincular en forma virtuosa la política con la economía”, destacó, al tiempo que elogió a Singh como el arquitecto de la nueva India que como la Argentina tiene recetas propias, sin la participación de organismos internacionales y apuesta a la articulación del Estado y del mercado.
La defensa del multilateralismo, los derechos humanos y el objetivo de prosperidad de la sociedad para combatir flagelos como la pobreza, el hambre y el terrorismo fueron explicitados como marco de las coincidencias. La Presidenta consideró que la baja densidad de población de la Argentina –que tiene, en promedio, 14 habitantes por kilómetro cuadrados, mientras en la India son 367– representa una “ventaja porque, si bien no tenemos escala, somos sólo 40 millones con una producción de grandes excedentes, lo cual muestra el potencial de la industria agroalimentaria”.
La tripulación del Tango O1 ya estaba lista. Dos noches en vuelo y escalas en Egipto y Marruecos esperaban a la comitiva oficial. Antes de despedirse, CFK les recordó a los empresarios indios que “en la Argentina no hay legislación diferente para la inversión extranjera”. Todos comparten las mismas reglas de juego. Con esas reglas repitió que el objetivo es superar los tres mil millones de dólares en el intercambio comercial para 2012. El próximo paso en el posicionamiento internacional para ampliar los mercados en el mundo emergente será en enero, en China.
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