La de ayer fue una jornada de paños fríos en la tensa relación que generó entre Julio Cobos y la UCR el voto del vicepresidente a favor de la remoción de Martín Pérez Redrado al frente del Banco Central, en el marco de la Comisión Bicameral que debía emitir un consejo no vinculante a la Presidenta. La cobista Laura Montero –que el jueves había cruzado duramente a los senadores radicales Gerardo Morales y Ernesto Sanz por sus críticas a la decisión de Cobos– pidió ahora “bajar el perfil y la tensión de la candidatura” presidencial del vice para 2011 para intentar tranquilizar el escenario político “donde cada uno mira simplemente sus ambiciones electorales”. Los radicales críticos a los vaivenes del vicepresidente esquivaron los pronunciamientos, pero no pudieron evitar las réplicas de pago chico: “Es vergonzoso que el expulsado del partido termine siendo el único candidato”, dijo el también mendocino y ex presidente de la UCR nacional Roberto Iglesias.

“Yo quiero bajar el perfil y la tensión de la candidatura” de Cobos, dijo ayer temprano Montero. “Ya he dicho que hay que ‘destensionar’ este presente donde cada uno mira sus ambiciones tal vez electorales, lo cual es legítimo, pero creo que esto tiene que verse dentro de un contexto donde se mire la cuestión a mediano y largo plazo, donde se ponga por delante el interés general”, insistió la senadora mendocina en declaraciones radiales antes de llamarse a silencio.

Menos de 24 horas antes, la legisladora había sido la encargada de salir a cruzar duramente a los radicales Morales y Ernesto Sanz por las críticas a decisión de Cobos. El vice no desconocía la intención de Montero aunque no la “dureza” del comunicado, afirmó a Página/12 uno de sus colaboradores. Por eso, Cobos pidió bajarle el tono a la discusión, aunque Montero no dejará de pedir explicaciones: solicitó para el miércoles una reunión del bloque de senadores de la UCR, de la que es secretaria, para “aclarar” las cosas.

Antes de que se conociera el sentido de su voto en la Bicameral, Cobos reunió a sus colaboradores más cercanos, argumentó ante ellos su “convencimiento” por la decisión adoptada y advirtió que había que responder con tranquilidad a la críticas que iban a llegar. En el entorno del vice, afirman que Cobos no ninguneó a la UCR ni a varios de sus aliados, que escuchó sus opiniones y sostuvo su postura.

Cobos todavía recuerda cuando decidió abandonar sus vacaciones en Chile para regresar al Senado y encabezar la embestida opositora, “por pedido” de los radicales, para convocar a las fracasadas sesiones especiales y intentar rechazar los DNU presidenciales sobre el Fondo del Bicentenario y la expulsión de Redrado. Entonces, otro de los radicales críticos había dicho que “a Cobos le gusta el protagonismo”.

Ayer, ninguno de ellos quiso tirar más leña al fuego. Consideraron que habían dicho lo suyo, que abrieron ámbitos donde discutir internamente la situación de Cobos e intentaron no volver a mostrarse públicamente enfrentados por el vice por la candidatura presidencial de 2011. Pero en Mendoza, Iglesias no pudo cerrar la boca: “Las actitudes que toma (Cobos) son muchas veces contradictorias y nocivas”, dijo el ex presidente de la UCR y aseguró sentirse “el primero de una larga serie de traicionados”, desde “que hizo campaña como vicepresidente”.