La sesión especial que pidió la oposición en la Cámara baja para anular esta tarde el decreto de necesidad y urgencia (DNU) que autoriza el uso de reservas para pagar la deuda quedó al borde de caerse, no sólo por el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de apoyar una ley que lo reemplace, sino por las diferencias internas que se manifestaron dentro del arco opositor. Mientras que la Coalición Cívica anunció ayer que bajará al recinto aunque el resto nos los acompañe, radicales, peronistas disidentes, socialistas y centroizquierda anunciaron que no se prestarán a la maniobra por considerarla “desprolija”, ya que la Comisión Bicameral de tratamiento de los DNU todavía no emitió dictamen. Incluso, el titular del bloque radical, Oscar Aguad, se comprometió a enviar una carta al presidente del cuerpo, Eduardo Fellner, pidiendo que se levante la sesión. De todas formas, representantes de todas las bancadas opositoras volverán a reunirse hoy a la mañana para intentar encontrar una salida consensuada sobre la cuestión, que no deje en evidencia las notorias diferencias internas que dividen al conglomerado no kirchnerista.

“La Coalición Cívica va a bajar al recinto”, le confirmó a Página/12 un allegado a la líder de ese espacio, Elisa Carrió. Su idea es votar hoy mismo un proyecto de resolución que declare “la nulidad insanable del decreto que crea el Fondo de Desendeudamiento anunciado por la Presidenta de la Nación en la apertura de las sesiones ordinarias”. Una vez más, esto desnuda los desencuentros de la chaqueña con sus socios en el Acuerdo Cívico y Social, radicales y socialistas, que proponen una estrategia menos agresiva para superar el conflicto que se desató la semana pasada. Sin embargo, incluso dentro de su espacio, hay quienes proponen bajar un cambio para evitar un quiebre en la frágil sociedad opositora. En la reunión de ayer, Patricia Bullrich propuso que bajen todos al recinto, pero se pida un cuarto intermedio a la espera del dictamen. Consultada por este diario ante la posibilidad de que Fellner suspenda la sesión por pedido del radicalismo, la diputada aseguró que “la sesión está en pie” y remarcó que “el derecho a pedirla o a revocarla es de todos, por lo que una carta de Aguad no puede zanjar el tema”.

Desde el radicalismo, prefieren que el peso de la tarea lo cargue el Senado, donde tienen mayor peso relativo dentro del conglomerado opositor y se ven con mayores chances de éxito para aparecer encabezando la ofensiva. Pero también hay diferencias puertas adentro: por un lado, un operador con experiencia parlamentaria confió que la postura de la UCR es “no ir mañana porque la única finalidad de la sesión es sopapear al oficialismo, y eso no tiene sentido”, en coincidencia con lo que plantean el GEN y el Partido Socialista. Por el otro, la diputada Silvana Giudici le aseguró a este diario que “se está trabajando en consolidar la oposición para que no haya fisuras” y que el objetivo último es “rechazar el decreto en las dos Cámaras, mañana, la semana que viene o cuando sea”.

Desde el GEN aseguraron que no se van a prestar a la maniobra de esta tarde porque “está muy fuera de reglamento”, al no contar con un dictamen de la comisión sobre el cual trabajar. Un allegado a la titular de este espacio, Margarita Stolbizer, amplió el análisis: “Hay que empezar a ordenar la tarea parlamentaria para agilizar todo el trabajo, porque este asunto nos está atrasando en otros temas de importancia”. Tampoco bajarán al recinto los diputados del interbloque encabezado por Proyecto Sur, que condicionaban su apoyo a la sesión a que se incorporen en el temario sus propuestas de auditar la deuda desde una comisión bicameral permanente, revisar el presupuesto 2010 y crear con las reservas un fondo de desarrollo (ver aparte). “La sesión no tiene capacidad de sacar ninguna de estas propuestas y ni siquiera de rechazar el DNU, sería una especie de actuación –explicó Claudio Lozano–. Estamos construyendo las condiciones para encontrar una solución superadora, no vamos a discutir el DNU sin una propuesta en la mano.”

Informe: Nicolás Lantos.