Hoy será a cara o cruz. El conglomerado opositor logró imponer en el orden del día de la sesión ordinaria de Diputados los dictámenes de la Comisión Bicameral de DNU, que con mayoría opositora declara “de nulidad absoluta e insanable” los decretos presidenciales para pagar vencimientos de deuda con reservas del Banco Central y el que rechaza el veto parcial del Gobierno a la Ley de Reforma Política. En minoría en la Comisión de Labor Parlamentaria, el oficialismo no pudo resistir la embestida de los opositores que amenazaban con hacer una sesión especial para “voltear” los DNU. El kirchnerismo bajará al recinto con la idea de dar debate y exigir los dos tercios de los presentes para poder rechazar los decretos. Aunque cualquier votación, incluso reglamentaria, desnudaría su fragilidad numérica en la Cámara baja. Todas las expectativas K de bloquear el rechazo de los DNU quedaron depositadas en el Senado, donde la oposición tendría mayores dificultades para alcanzar la mayoría.

La reunión de Labor Parlamentaria de ayer en Diputados –en la que se fija el temario de la sesión y de la que participaron los jefes de todos los bloques políticos– fue un anticipo de lo que podría suceder hoy en la sesión. Una discusión prolongada con posturas enfrentadas que parecía no encontrar salida; un fracasado intento de negociación que derivó en un cuarto intermedio de casi dos horas y una definición que se dirimió con la mayoría opositora abroquelada detrás de “no dilatar más” el tratamiento de los DNU. Incluso, decidida a resolver el orden del día con una votación hoy en el recinto.

“Mañana (por hoy) habrá sesión”, dijo el presidente de la Cámara, el kirchnerista Eduardo Fellner, al salir de la reunión. Los opositores fueron los encargados de transmitir lo que se habría incluido en el temario de la sesión. Arrancará con declaraciones conjuntas en defensa de la soberanía argentina sobre Malvinas y el rechazo a la decisión de Gran Bretaña de conceder la exploración y explotación petrolera en aguas jurisdiccionales de nuestro país. También habrá declaraciones de solidaridad con los pueblos de Haití y Chile por los terremotos que azotaron a sus poblaciones. Luego le seguiría una serie de dictámenes de la Comisión Revisora de Cuentas, además de fijar los días y horarios para las sesiones en Diputados. Hasta allí llegaba la propuesta oficialista para poner en funcionamiento a la Cámara baja.

Pero tras el largo cuarto intermedio, la oposición impuso su número para incorporar “todos” los dictámenes de la Comisión Bicameral de DNU que todavía no habían llegado al recinto. La lista incluye desde los dictámenes divididos, durante su vieja conformación, sobre el rechazo al DNU 2010 hasta los alcanzados el lunes con la nueva mayoría opositora y con la ausencia del kirchnerismo, en contra del 296 que anuló el 2010 y 298 que crea el Fondo de Desendeudamiento Argentino (Fondea), para pagar vencimientos de deuda con 4300 millones de dólares de reservas del Banco Central.

También el rechazo a los vetos parciales de la Presidenta a la Ley de Reforma Política, que anuló los plazos que ponían en vigencia la nueva norma después de las elecciones presidenciales de 2011. Aunque sobre este tema, difícilmente la oposición alcance los dos tercios necesarios para imponerse.

La única advertencia del oficialismo es que la oposición “necesita de los dos tercios” para tratar el resto de los DNU. “Los dictámenes no tienen los siete días reglamentarios para llegar al recinto, por lo cual deben ser tratados sobre tablas, es decir que deben contar con los dos tercios de los presentes para tratarlo y someterlo a votación”, esgrimieron varios diputados oficialistas. Algo, que los bloques opositores rechazaron de plano: “La ley que reglamenta el control parlamentario de los DNU dice que su tratamiento en el recinto es ‘inmediato’”, insistió la radical Silvana Giúdici.

Ante la amenaza opositora de pedir una sesión especial para mañana –para la que ya habían juntado las firmas de todos los bloques– el kirchnerismo decidió dar la pelea hoy y enfrentar la batalla con argumentos reglamentarios. Entre ellos, “las atribuciones” que se tomó la Bicameral de declarar de “nulidad absoluta e insanables los decretos presidenciales, que dispone la propia Constitución, cuando sólo debe resolver si los acepta o rechaza”. Aunque desde el oficialismo saben que una votación sobre cualquier cuestión reglamentaria también podría dejarlos en minoría. Al comienzo de la reunión de Labor Parlamentaria, el oficialismo desconoció los dictámenes de la Bicameral, por cuya modificación en su integración en el Senado recurrió en queja a la Justicia. Para la oposición, en cambio, el dictamen de la comisión “es válido”.

“La conformación no respeta la proporcionalidad de la Cámara alta”, señaló el jefe del bloque K, Agustín Rossi, en referencia a los cinco, de ocho asientos, que los senadores opositores se alzaron en la comisión. “Es en Diputados donde no se respeta la proporcionalidad”, retrucó Solá sobre la paridad de representantes de la Cámara baja en la Bicameral: cuatro por bando. Un anticipo de la arremetida que prepara el conglomerado opositor para modificar a su favor esa correlación también en Diputados.

En tanto, la oposición comprometió su apoyo para respaldar en el recinto la preferencia para su tratamiento con dictamen de los proyectos que empuja el interbloque de centroizquierda que dirige Fernando “Pino” Solanas, entre ellos el de la conformación de una Comisión Bicameral investigadora sobre la deuda externa, cuya postergación dejó al núcleo duro opositor sin quórum para derogar los decretos. Mientras que el otro sector de centroizquierda que encabeza Martín Sabbatella afirmó que “la puja sólo por los DNU retrasa el debate sobre el tema de fondo: la utilización o no de las reservas para hacer frente a la deuda externa e interna”.