A pesar de que ambas Cámaras del Congreso no sesionarían hasta después de Pascuas, la actividad parlamentaria no se paralizará. El conglomerado opositor quiere aprovechar la tregua, que significa no confrontar en el recinto, para avanzar en las comisiones legislativas con proyectos comunes que apuntan a “ponerle límites al Gobierno”. La lista tiene una urgencia: voltear el DNU 298 que crea el Fondo de Desendeudamiento Argentino (Fondea) para pagar 4300 millones de dólares de deuda con reservas del Banco Central, aunque sus caminos se bifurcan a la hora de aunar criterios sobre el uso de reservas. El kirchnerismo, en tanto, intentará recuperar la iniciativa política impulsando en el Parlamento una nueva ley de Coparticipación Federal, cuyo texto preparan en el Gobierno para frenar los reclamos provinciales de mayor financiamiento.

“Hacer una proyección a dos semanas de lo que puede suceder en el Congreso sería algo más que audaz. Es una cosa de adivinos”, respondió un encumbrado diputado opositor ante la consulta de Página/12 si la oposición insistirá en la idea de sesionar antes de Semana Santa. “Por ahora, paso a paso”, concluyó.

Contra los DNU

Mañana el conglomerado opositor en la Cámara baja volverá a juntarse alrededor de la “mesa de coordinación” para delinear estrategias. Su tarea conjunta en las comisiones legislativas tiene una agenda propia: la presencia del ministro de Economía, Amado Boudou, el jueves ante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Finanzas, junto al reclamo para revisar el presupuesto 2010 y dotar de autonomía al Indec; además de la modificación en la composición del Consejo de la Magistratura.

Pero la prioridad opositora es rechazar el decreto presidencial del Fondea. Para ese mismo martes está citado un plenario de la comisiones de Asuntos Constitucionales y Finanzas, donde buscarán convalidar la iniciativa de Elisa Carrió parta declarar la “nulidad absoluta e insanable” el DNU 298.

La insistencia de Carrió para no frenar la ofensiva contra el decreto del Fondea arrastró al resto de los diputados opositores que integran la comisión de Presupuesto detrás de un dictamen que unificaría en un mismo texto la docena de proyectos sobre el rechazo del DNU, que el propio conglomerado opositor no había podido congeniar. Aunque no pocos se preguntan ahora si el proyecto de declaración, que propone Carrió, alcanza para “voltear” el decreto. Desde el oficialismo impugnan el dictamen porque “el texto del mismo no fue leído ni estuvo a la vista de todos los integrantes de la comisión de Presupuesto”.

La idea opositora es no saltearse ahora ningún paso reglamentario. El dictamen tendría el respaldo de todas las comisiones a las que fue girada y cumpliría los siete de días que indica el Reglamento para llegar al recinto en Semana Santa. La duda entre los aliados es si el impulso de Lilita volvería a poner a prueba la capacidad opositora de juntar quórum propio en una semana complicada para garantizar la presencia de todos. El lunes, Carrió volverá a reunir la tropa propia para resolver su estrategia.

Reservas para qué

Al radicalismo también lo obsesiona la necesidad de derogar el DNU 298 y mostrar un triunfo opositor en el Congreso. Pero la discusión sobre el uso o no de reservas para pagar deuda todavía no fue saldada en la UCR. La reunión del Comité Federal de la semana pasada en Córdoba intentó zanjar las diferencias y presentar un proyecto propio ante el desafió oficialista para que presente una alternativa. Sin embargo, el proyecto aun sigue en discusión.

Las necesidades provinciales que deben afrontar varios gobernadores radicales no tienen los mismos tiempos políticos que maneja la conducción de la UCR. El senador correntino José María Roldán (Alianza Frente de Todos) presentó su propio proyecto en la Cámara alta.

Roldán propone, igual que el díscolo peronista pampeano Carlos Verna, la utilización de reservas para cancelar los vencimientos de este año. Pero lo condiciona su utilización a un punto neurálgico para las economías provinciales: que se les condone el 50 por ciento de las deudas que mantienen con el Fondo Fiduciario Federal, que las absorbió tras la pesificación asimétrica. La iniciativa es respaldada por los demás senadores correntinos y el propio Eugenio “Nito” Artaza lo llevó al seno del bloque radical donde recogió adhesiones.

El peronismo disidente también divide aguas sobre el uso de reservas. Para el Peronismo Federal que conduce Felipe Solá las reservas podrían ser utilizadas como “fondo de garantía” para conseguir créditos que le permitan cancelar deuda. Para el bonaerense los vencimientos de este año son sólo de 2400 millones de dólares y afirma que otros 6500 millones se pueden refinanciar. Pero tampoco le cierra la puerta al uso de reservas “para cubrir algún bache”, aunque lo condiciona a la revisión del Presupuesto 2010. El otro bloque del PJ disidente, el Peronista de Graciela Camaño, argumenta que la prioridad para uso de reservas “es la cancelación de la deuda con las provincias” y después ver.

“Nuestra negativa al uso de reservas no es una posición ideológica sino de coyuntura política. No se le puede entregar el ahorro de los argentinos al kirchnerismo, porque es darle una caja mayor de corrupción”, afirmó a Página/12el diputado Horacio Piemonte de la CC.

Después de una ronda de consulta privada con varios economistas, en el macrismo creen que el uso de reservas “generará una espiral inflacionaria” y le clausuró el debate interno con una definición por el rechazo.

El interbloque de centroizquierda que conduce Fernando “Pino” Solanas, rechaza el uso de reservas para pagar deuda sin investigarla, y apuesta a la utilización de las mismas a la creación de un “Fondo Federal para obras de infraestructura, que apunte a reconstruir la red ferroviaria y fluvial generando trabajo genuino”. La idea sería compartida por el socialismo y el GEN de Margarita Stolbizer. En tanto, el otro bloque de centroizquierda más cercano al oficialismo, que encabeza Martín Sabbatella, presentará este lunes su propio proyecto de ley para utilizar las reservas para el pago de deuda pública con ciertas garantías, y así cerrarle el paso a “la derecha de este país que quiere que se pague la deuda con ajuste del presupuesto y con mayor endeudamiento”.

En el Senado también

La Cámara alta tampoco sesionaría hasta después de Semana Santa. A pesar de avanzar en la convocatoria a una sesión sin temas conflictivos para poner en marcha el Senado, el kirchnerismo prefiere esperar a ver como se resuelve finalmente la judicializada conformación de la Bicameral Permanente de Trámite Legislativo que revisa los DNU. Sobre todo, después que Julio Cobos apeló el fallo del juez Lavié Pico que ordenó volver a su integración original (modificada por el vicepresidente) donde existía paridad de fuerzas entre oficialistas y opositores.

En tanto el oficialismo moverá sus piezas para tratar de quitarle respaldo al rechazo del DNU en el Senado, donde la alianza opositora es más débil. Como Plan B colecciona propuestas opositoras para darle vía libre al uso de reservas para pagar deuda a través de una ley. Entre ellas las de peronista disidente Verna y el radical Roldán, aunque por ahora ninguna de ellas atravesaría con suerte la Cámara baja.

El kirchnerismo busca ahora un interlocutor válido y se queja que dentro del conglomerado opositor siempre hay alguien que “sube la vara” para bloquear cualquier posibilidad de acuerdo. Las miradas apuntas al PJ disidente y a Carrió. Mientras tanto, prefiere postergar la confirmación de Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central para cerrarle el paso a la aprobación del proyecto opositor para ampliar la coparticipación del impuesto al cheque. Aunque consideran que la propuesta del Gobierno de discutir una nueva ley de Coparticipación le abrirá nuevos canales de negociación con las provincias y sus representantes en el Congreso.

Por ahora la tregua parlamentaria es frágil, y más que el intento de una negociación solo parece una reagrupación de fuerzas para la nueva batalla.