El reclamo de Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, de llevar el dólar a un precio superior a 4 pesos, desató la polémica entre entidades rurales, justo antes del retorno a las reuniones de la Mesa de Enlace. Carbap, la entidad de productores bonaerenses y pampeanos adherida a Confederaciones Rurales Argentinas, descalificó la propuesta de Buzzi, aunque sin nombrarlo, en duros términos. Tildó de “irresponsable” proponer una devaluación de la moneda nacional, medida que, advirtió, iría “en desmedro del salario real de los trabajadores”. Federación Agraria pretendía llevar, además, a la reunión de hoy una propuesta de volver a las protestas en las rutas para reinstalar “las demandas sectoriales en la agenda pública”, pero difícilmente logre consenso, al menos, en lo inmediato.

Sin mencionar a Buzzi, Carbap manifestó a través de un comunicado su “desacuerdo con las expresiones de quienes proponen modificar el tipo de cambio, el cual sin duda no beneficiará a todos los sectores por igual y al mismo tiempo se contrapone claramente con lo propuesto por el documento producido por la Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal” sobre la pobreza. “Consideramos indebidas e irresponsables dichas expresiones”, subrayó la entidad que preside Pedro Apaolaza.

El resto del documento hace centro en el reclamo de políticas que combatan la pobreza y el cuestionamiento al gobierno nacional por la falta de políticas efectivas para terminar con ese flagelo. Desde ese lugar, cuestiona a quienes reclaman un dólar más elevado. “Son irresponsables, por cuanto no se puede propiciar dicho debate en desmedro del salario real de los trabajadores –sostiene Carbap–, habiendo compatriotas que no alcanzan a satisfacer sus necesidades básicas.” Además, en insidiosa referencia al pasado de Buzzi, juzga que “no es una actitud ‘progre’ promover el mejoramiento de un sector en desmedro de otro”.

Pese a estos desencuentros, la Mesa de Enlace intentará reunir hoy a las cuatro entidades que la integran para buscar algún tipo de acuerdo sobre la estrategia de reinstalación de sus demandas. Eduardo Buzzi y Guillermo Gianassi, de Federación Agraria, habían anticipado su intención de llevar la postura de volver a las medidas de fuerza. En sentido similar se había pronunciado Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural. Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales (entidad anfitriona del encuentro de esta tarde), tomó una actitud más medida y sugirió dejar de lado las propuestas de volver a las rutas y buscar otras metodologías.

El sector agropecuario se encuentra en plena etapa de cosecha de soja, con una producción que se anticipa será record, tanto en volumen total como en rendimiento promedio por hectárea. No son pocos los dirigentes que advirtieron sobre lo inoportuno que resultaría una medida de fuerza ahora. La justificación de quienes buscan tensar la cuerda es el supuesto malestar de los productores que no pertenecen a la “zona núcleo” –Pampa húmeda–. Pero dentro de la Mesa de Enlace difícilmente encuentren eco sin el respaldo de los más poderosos grupos sojeros, motor de las protestas anteriores.

Si bien la relación de las entidades con Julián Domínguez, ministro de Agricultura, es cordial, los ruralistas descreen de su poder para poder implementar la ayuda que promete a los productores. Las principales demandas del sector se refieren a la situación del sector ganadero y el supuesto perjuicio por las limitaciones a las exportaciones de carne, y a la demora en la retribución con precio pleno a los productores de trigo.