Miércoles, 21 de abril de 2010 | Hoy
EL PAíS › ACUSADOS DE PARTICIPAR EN LAS ESCUCHAS DE JAMES Y PALACIOS
Por Irina Hauser y Raúl Kollmann
El jurado de enjuiciamiento de Misiones destituyó a los jueces Horacio Gallardo y José Luis Rey, acusados de haber participado en las operaciones de espionaje armadas por el ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios y el espía Ciro James. Por cinco votos contra dos, el tribunal responsabilizó a los magistrados de haber ordenado escuchas al dirigente de Familiares de AMIA Sergio Burstein, al empresario Carlos Avila y hasta al cuñado de Mauricio Macri, entre otros, atribuyéndoles vinculaciones falsas con expedientes sobre homicidios ocurridos en la provincia. “Incumplieron los deberes a su cargo”, sentenció el tribunal. La remoción había sido solicitada por el juez Norberto Oyarbide, quien investiga la trama de las pinchaduras y ahora podría pedir la detención de Rey y Gallardo para indagarlos como miembros de la asociación ilícita.
La mayoría del jurado concluyó que ambos firmaron órdenes para intervenir teléfonos “inmotivadas y abusivas” y “no controlaron la legalidad” ni siguieron “el resultado” de las medidas. “Autorizaron las escuchas sin saber a quién se escuchaba, sin cotejar la información, sin controlar el trabajo de investigación que hacían la policía (local) y James”, sostuvo el jury, que ayer fundamentó su resolución durante cinco horas.
La intervención de Gallardo y Rey fue fundamental para darle “marco legal” al circuito de las escuchas: ellos ponían su firma para pedirle a la SIDE que grabara las conversaciones de ciertas personas. Así fue como Burstein, Avila, el parapsicólogo Daniel Leonardo, casado con Sandra Macri, y otros empresarios, abogados y las parejas de hombres adinerados aparecieron en expedientes sobre asesinatos ocurridos en Misiones. Pero era todo un armado. Las grabaciones ni siquiera fueron enviadas a los jueces de Posadas, que autorizaban a James a que las retirara en Buenos Aires. Ambos argumentaron que fueron engañados por policías misioneros que actuaban sincronizados con James y Palacios, ambos presos. Pero para la mayoría del jurado no justificaron dos años de pinchaduras truchas y sistemáticas.
Votaron por la destitución los jueces del Superior Tribunal de Justicia Luis Usset y Cristina Leiva; los diputados Miguel Angel Redzuk y José Garzón Maceda –alineados con el oficialismo local– y el representante del Colegio Público de Abogados, Augusto Bobadilla. Entre ellos hubo ciertos matices: para los jueces, por ejemplo, las escuchas estuvieron bien pedidas, pero no se resguardó el derecho a la intimidad. Para los legisladores hubo una irregularidad inicial al espiar a personas ajenas a los expedientes donde se las hizo figurar. Por la absolución, se pronunciaron el abogado Gustavo Staude y el juez supremo Humberto Schiavoni, padre del Schiavoni homónimo que conduce la macrista Corporación Sur y fue ministro de Economía de Ramón Puerta.
Burstein viajó a escuchar la sentencia. “A estos jueces nunca jamás les importó lo que hablábamos Avila, yo, ni nadie, porque eran funcionales a otros intereses. No es casual que sean de Misiones: estamos en el feudo de (Ramón) Puerta y Macri, ellos respondían a ese poder. Una mayoría importante del jurado entendió que esto era lamentable”, dijo a Página/12. En la causa que instruye Oyarbide, el viernes pasado, el fiscal Alberto Nisman pidió la detención de Rey y Gallardo para que –en caso de ser removidos– sean llevados a declarar. El juez podría adoptar esa decisión, aunque ahora la causa está sujeta a que la Sala I de la Cámara Federal resuelva si lo confirma o no al frente de la investigación. El ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, pidió que sea apartado por posible parcialidad. Tanto él como Macri y el ex ministro de Educación porteño Mariano Narodowski están llamados a indagatoria.
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