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Más de 40 mil personas confluyeron ayer a la Plaza de Mayo al acto convocado por organizaciones piqueteras, asambleas vecinales y partidos de izquierda para conmemorar el aniversario del estallido del 19 y 20 de diciembre de 2001. “¡Fuera Duhalde ya!, ¡que se vayan todos, por otro 19 y 20 de diciembre, que gobiernen los trabajadores y el pueblo” fueron las consignas que presidieron el palco levantado delante de la Pirámide de Mayo frente a un mar de carteles de las agrupaciones sociales y banderas rojas de los partidos. Por la mañana habían manifestado en el mismo lugar la Corriente Clasista y Combativa y la CTA bonaerense, en tanto en las principales ciudades del interior se realizaron actos conjuntos.
Desde la mañana temprano quedaban en la Plaza los miembros de las asambleas que habían participado en el Aguante cultural, que en un primer momento se había pensado como forma de ocupar el espacio ante la posibilidad de que el candidato presidencial del justicialismo, Adolfo Rodríguez Saá decidiera también manifestar allí. Los asambleístas estuvieron allí para recibir a las distintas columnas de piqueteros.
Los piqueteros del Bloque Nacional, que participaron en la Marcha Federal habían confluido a las 16.00 en el Congreso, mientras otras agrupaciones se concentraban en distintos puntos de la ciudad. El Movimiento de Trabajadores Desocupados en la Aníbal Verón se concentró a las 14 en San Juan y 9 de Julio, aunque habían aclarado que participarían de la marcha, pero no estaban de acuerdo con el acto y se retiraron una hora antes. Los gremios de la CTA-Capital se concentraron en Belgrano y 9 de Julio y también aclararon que participarían de la marcha pero que no estaban de acuerdo con el acto.
Pero las columnas más numerosas fueron las de las asambleas y de los piqueteros que participaron de la Marcha Federal, el Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), que dirige Raúl Castells, el Movimiento Barrios de Pie, el Teresa Vive y las Coordinadoras de Trabajadores Desocupados en la Aníbal Verón, que se referencian con las agrupaciones Quebracho, Martín Fierro y 20 de Diciembre y las agrupaciones que conforman el Bloque Piquetero, Polo Obrero, Movimiento Territorial de Liberación (MTL) y el Movimiento Teresa Rodríguez, que llegaron con pancartas que identificaban sus agrupaciones y sus zonas de origen, muchas de ellas del interior del país, Salta, Córdoba, Catamarca, Chaco, Mendoza y Santa Fe.
Las asambleas de vecinos que surgieron de las movilizaciones del año pasado confirmaron su capacidad de movilización pese al desgaste y las diferencias que surgieron en su seno. Con distintas convocatorias, según su distancia de los partidos de izquierda, las asambleas lograron movilizar a gran cantidad de personas bajo sus banderas y también espontáneos que se ubicaron al final de la marcha sobre la Avenida de Mayo, muchos de los cuales no pudieron ingresar a la Plaza porque la zona del acto ya estaba colmada. Numerosas asambleas que participaron en el Aguante junto con el Foro Social y la CTA se dirigieron directamente a la Plaza; otra cantidad importante de asambleas, que se definió como espacio autónomo de los partidos y mantienen reuniones con las anteriores, avanzó por Diagonal Norte. Finalmente las asambleas más próximas a los partidos de izquierda, algunas de las cuales permanecen en la Interbarrial, marcharon desde Congreso detrás de la nutrida columna piquetera.
Los familiares de las víctimas y los heridos por la represión del año pasado, junto con Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, los motoqueros del Sindicato Independiente de Mensajeros y Cadetes (Simeca) y otras agrupaciones realizaron a las 14 la recorrida por los lugares donde fueron asesinados los manifestantes. En Sarmiento y 9 de Julio, donde culminó el homenaje, la madre de Carlos “Petete” Almirón, uno de los muertos, se despidió de las viudas de Alberto Márquez y Gastón Riva: “No sé ustedes -les dijo–, pero las ‘Felices Fiestas’ para nosotros ya no corren”. Mástarde, los familiares encabezaron una columna de asambleístas que se detuvo en ese mismo lugar y realizó un homenaje a Márquez. El Toba, un veterano militante de los ‘70 que el año pasado salvó la vida de otro manifestante, Martín Galli en esa zona, gritó “¡Alberto Márquez, Presente! ¡Ahora y siempre, hasta la victoria final!” Estas asambleas formaron parte de las que ingresaron por Diagonal.
Con excepción de la agrupación Autodeterminación y Libertad, que encabeza el diputado Luis Zamora, que ingresó temprano a la Plaza, las columnas de los partidos de izquierda: PC y MST, de lzquierda Unida, PO, MAS, PTS, LSR y otras se ubicaron al final. El ingreso a la Plaza se realizó lentamente porque varios vehículos de los canales de televisión ubicados en la entrada, dificultaban el paso de los manifestantes. El acto debió ocupar la mitad del predio ya que el palco se instaló delante de la pirámide y muchos manifestantes quedaron sobre Avenida de Mayo. Antes que terminaran de llegar las columnas, comenzaron a leerse las declaraciones de los partidos de izquierda y del legislador porteño Patricio Echegaray y la diputada Patricia Walsh, de Izquierda Unida, así como del legislador porteño Jorge Altamira.
Jorge Cevallos, de Barrios de Pie, y Raúl Castells, del MIJD, estuvieron a cargo de la locución y luego le tocó el turno a una larga lista de oradores, representantes de agrupaciones gremiales, organizaciones estudiantiles, asambleas y de los distintos agrupamientos piqueteros, que fue cerrada por el dirigente Néstor Pitrola, del Polo Obrero. La columna de la CTA, integrada por trabajadores de prensa, ATE, Aeronáuticos, docentes, trabajadores de hospitales, bancarios y otros, comenzó a retirarse de la Plaza cuando uno de los oradores equiparó al titular de esa central, Víctor De Gennaro, con Rodolfo Daer, dirigente de la CGT con la que De Gennaro rompió al principio del menemismo, más de diez años atrás, cuando la CGT adhirió a las privatizaciones. “Nos retiramos porque el bloque piquetero rompió el acuerdo de respetar a las organizaciones que participaban del acto y de no entrar en juegos sectarios y mezquinos”. Al retirarse los trabajadores se produjeron empujones con militantes de la agrupación Quebracho que llevaban un cartel con la inscripción “Patria o Muerte”. Los manifestantes de la CTA indicaron que, por el contrario, en los actos del interior del país, donde la presencia mayoritaria fue de la CTA y la CCC, este acuerdo había sido respetado.
Cerca de las 22 se inició la desconcentración en forma pacífica, con excepción de un grupo que comenzó a tirar piedras contra efectivos policiales que se encontraban del otro lado del vallado que daba a la Casa Rosada, pero otro grupo de manifestantes los hizo desistir rápidamente. De esta manera, las 48 horas de conmemoración del estallido social del año pasado, que incluyeron gran cantidad de actividades, marchas y actos, con la participación de un variadísimo espectro social y político, culminaron sin que se produjeran hechos de violencia.