Alfredo De Angeli llegaba a un hotel para participar en Azul de una jornada sobre la cadena de la carne, cuando trabajadores del sector le hicieron un escrache y le tiraron huevos. El episodio generó una reacción poco templada del ruralista. “Esta gente se está comportando como en la década del ’70”, denunció al canal de cable Todo Noticias, y aseguró que además de los huevos, le dieron “una trompada” en la boca. “Vinieron corriendo, me pegaron una trompada y escaparon, son unos cobardes.” Horas más tarde, la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus derivados reconoció que fueron integrantes del sindicato quienes le tiraron los huevos, pero informó que no hubo golpes y le pidió a De Angeli que “no se victimice”. El sindicato quiere despegarse de las protestas de la Mesa de Enlace, y en especial de la figura de Silvio Etcheún, que iba a hablar junto a De Angeli y a quien niegan tener representatividad sindical. Acusa a los ruralistas de “llevar a falsos dirigentes a hablar en representación de los trabajadores para aparecer en los medios y hacer campaña política”.

Poco antes del escrache a De Angeli, pero en la sede central de la Federación Agraria, su presidente, Eduardo Buzzi, había denunciado otro episodio de violencia: dijo que en la madrugada unos desconocidos entraron a su casa en Santa Fe, robaron algunos objetos y le dejaron el mensaje “Buzzi callate”. Según contó el dirigente, los ladrones se llevaron “un televisor, una play station y un reproductor de DVD” y le dejaron la nota. El titular de la FAA, quien hasta ahora niega que vaya a ser candidato a gobernador por el duhaldismo, atribuyó la intimidación a “haber estado con la Mesa de Enlace junto al ex presidente Eduardo Duhalde y con el secretario de la UIA, José Ignacio De Mendiguren, dando una charla”. Buzzi hizo la denuncia en la comisaría del pueblo J. V. Molina. También la formuló ante el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el ministro de Gobierno santafesino, Antonio Bonfatti.

La Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne difundió un comunicado sobre el escrache. El malestar, según agregaron fuentes sindicales, tuvo que ver con la presencia en el panel de la Mesa de Enlace de Silvio Etcheún, con quien el gremio ya tuvo roces por haber llamado a los trabajadores a plegarse a protestas ruralistas. El sindicato no sólo le niega representatividad, sino que sostiene que nunca fue trabajador de la carne.

En un comunicado, la Federación confirmó que “algunos trabajadores arrojaron huevos a Alfredo De Angeli” por la “provocación de la que son víctimas los verdaderos trabajadores de la actividad cuando llevan a un falso dirigente a hablar en representación de ellos con el solo objetivo de aparecer en los medios de comunicación y hacer campaña política”.

“Como los ruralistas dijeron en su momento, cuando justificaron la agresión con huevos al diputado (Agustín) Rossi por el ‘profundo malestar y la impotencia de los productores agropecuarios’ en su disputa con el gobierno nacional, aquí sucede lo mismo: los trabajadores no son representados ni por los patrones de campo ni por Etcheún, y ellos se adjudican dicha representación con fines únicamente políticos y nos utilizan. Entonces los trabajadores se manifiestan mostrando su rechazo”, apuntaron.

La dirigencia ruralista y la oposición vincularon los dos hechos con la disputa que los enfrenta al Gobierno. El titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, quien participó en Azul de la actividad junto a De Angeli, atribuyó el escrache a un “clima de crispación e intolerancia” y señaló que “hay un intento de impedir la voz del sector unificado”. Ricardo Buryaile, el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas –aquel que propuso disolver el Congreso si ratificaba las retenciones y hoy es diputado por la UCR–, agregó que “el 28 de junio la sociedad votó por un sistema de acuerdos y menos confrontación”. La oposición parlamentaria se plegó a esta lectura. “Le exigimos al Gobierno que deje de promover un clima de división entre los argentinos y que entienda el mensaje que le dio la sociedad durante los festejos del Bicentenario”, dijo la diputada radical Silvana Giúdici. Su colega del PRO Christian Gribaudo equiparó los huevazos a “las prácticas de grupos de choque”.