Miguel Saiz busca reformar la Constitución de Río Negro. El gobernador, un radical alineado al gobierno nacional, convocó a un plebiscito no vinculante y no obligatorio para el próximo 27 de junio. La ciudadanía deberá responder si el Ejecutivo debe o no enviar a la Legislatura el proyecto de reforma constitucional. Saiz lleva siete años de mandato. La legislación le niega la opción de un nuevo período. En medio de una interna complicada, desatada dentro del propio gobierno con los sectores aliados al cobismo, y sin la mayoría legislativa, oficializó la convocatoria, mientras su tropa niega que busque un nuevo mandato. La oposición rechaza el plebiscito.

Saiz analizó la decisión durante el fin de semana con dos encuestas en la mano. Una de ellas, de MFG consultores, asegura que el 75 por ciento de los rionegrinos están de acuerdo con la posibilidad de que se convoque a un plebiscito. Y el 61,8 por ciento aceptaría la posibilidad de una reforma. El lunes a la noche anunció la decisión en una conferencia de prensa. Decreto mediante, será el domingo 27, entre las 8 y las 20, con los padrones y en los mismos lugares de la última elección. El gobierno provincial preguntará a los ciudadanos si creen que el Poder Ejecutivo debe enviar un proyecto de reforma a la Legislatura. No habrá preguntas más directas porque la carta orgánica no le permite esa atribución. Pero las respuestas, de todos modos, dejarán el peso de la decisión sobre la cabeza de los legisladores, que hasta ahora se oponen.

“El gobernador siempre intentó conciliar posiciones –dice un vocero de Saiz–, primero intentó ir por la vía de la Legislatura, ahora se cansó, y esto es como decir: llego hasta acá.”

En Río Negro, Saiz tiene varios frentes abiertos. Desde junio del año pasado se profundizaron las diferencias con su vicejefe de Gobierno, Bautista Mendioroz, cada vez más cerca de los sectores aliados del cobismo. En la Legislatura, el escenario es parecido. Saiz perdió los dos tercios entre los referentes del cobista Pablo Verani y no cuenta con aliados en las filas del PJ, dividido entre los aliados de Carlos Soria y Miguel Angel Pichetto.

Hasta aquí, Saiz lleva adelante su segundo mandato. Según la carta orgánica vigente, no puede ser reelegido. Eso alienta las peleas por la sucesión, en un escenario en el que el oficialismo ve licuarse su poder. En esa línea, la hipótesis de una reforma es estratégica: vuelve a poner a Saiz en el centro de la escena. No sólo por el debate, sino porque abre la opción de un nuevo mandato.

¿Intentará hacerlo? El dijo que no. Alrededor suyo aseguran que no está en los planes. Pero la oposición, sobre todo los radicales, no le creen.

Pablo Verani es referente del cobismo. “La reforma hay que hacerla, pero estos no son los tiempos, ni siquiera conocemos el anteproyecto, sólo vimos algunos borradores y no se entiende por qué hacen la consulta de esa forma: no necesita de la gente para mandar el proyecto a la Legislatura.”

Sobre ese punto, Saiz asegura lo contrario. Dice que el proceso, que empezó hace dos años, reunió 300 propuestas de distintos actores, que es un proyecto de “abajo hacia arriba”. Que intenta darle estatus constitucional a la prohibición del cianuro en emprendimientos mineros o instalar el juicio por jurados, sensible para poblaciones como Cipolletti, dicen, donde la sociedad atravesó el “triple crimen”. El plebiscito, según esa lógica, complementaría ese proceso y evitaría repetir fracasos como el de Misiones.

Fernando Chironi, dirigente de la línea de Ricardo Alfonsín, tampoco acepta el plebiscito: “No la aprobamos, pero no porque estemos en desacuerdo con la reforma, el tema es que hay que sacarla de las luchas y tironeos del poder”. Los radicales ven detrás las chances de que Saiz intente reelegirse.

Desde el Partido Justicialista, la posición es más dura. No hablan de la reelección, sino de un proyecto armado para resolver la interna del radicalismo. El bloque de legisladores del PJ evalúa no convocar al plebiscito. “Esto de huir para adelante, y de intentar resolver la interna del radicalismo es el verdadero sentido de la reforma de la Constitución”, dijeron alrededor de Pichetto, poco amigo del mandatario en la interna provincial. Desde el bloque emitieron ayer un comunicado de rechazo en ese mismo sentido y, además, solicitaron al Consejo del partido que se preste a no participar en “este llamado engañoso”. “Repudiamos y rechazamos –dijeron– esta postura claramente personal del gobernador.”