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“Es imposible no juntar ambos hechos”, afirmó Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, al referirse al ataque que sufrió una muestra gráfica de la institución que se exhibía en la República de los Niños y al atentado en su casa a fines de septiembre de este año. “Hay alguien que ordena o paga y otros que ejecutan estos ataques. Son señales o símbolos, hay gente que usa el poder y la perversión que tiene para tratar de desanimarnos”, dijo Carlotto durante una conferencia de prensa convocada por el intendente de La Plata, Julio Alak.
Un grupo de desconocidos ingresó en la Nochebuena en un edificio ubicado en el centro cívico de la Ciudad de los Niños y destruyó una muestra en la que Abuelas narraba su historia y explicaba sus actividades.
“No tenemos miedo, no podemos aflojar ni un tranco ni por nosotros ni por los chicos y eso hay que decirles a estas bestias”, remarcó Carlotto ayer en la rueda de prensa en la que estuvieron Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, Alak y María Teresa González Fernández de Solá, esposa del gobernador bonaerense.
La presidenta de las Abuelas reclamó que “se esclarezca este hecho, ya que no podemos seguir conviviendo con esa gente que lo que quiere con estos ataques es quitarnos la memoria y la voluntad. Esto me da más fuerzas para seguir desafiando a esta mafia, que no sé quiénes son, de dónde vienen, siempre atacan de noche, en días especiales, un día tan cristiano y familiar como es la Nochebuena y la Navidad”, precisó.
Carlotto contó que al enterarse de los destrozos provocados en la muestra “sentí mucha indignación porque es la misma mano artera, la misma mafia que al intentar destruir una muestra que es tan clara y transparente intenta destruir la lucha de 25 años de unas mujeres”. La mujer asoció el ataque a la muestra de Abuelas con una serie de atentados contra placas o monumentos de homenaje a los desaparecidos y con la agresión que sufrió en su casa, cuando la fachada de su casa fue baleada con disparos de escopeta tipo Itaka.