Miércoles, 9 de junio de 2010 | Hoy
EL PAíS › JORGE TELERMAN, EX JEFE DE GOBIERNO PORTEñO, QUIERE POSTULARSE EN 2011
Por Martín Piqué
Jorge Telerman conversa con Página/12 mientras comienza el cumpleaños número quince de su hija. Se lo nota distendido, de buen humor. Este cronista le comenta que la entrevista incluye un breve cuestionario sobre el Mundial.
–La idea es que los candidatos respondan algunas preguntas para conocer su faceta de hinchas.
–Candidato. Dice bien –acota Telerman. Y se ríe. El ex jefe de Gobierno porteño no ha perdido su velocidad para las respuestas veloces y ocurrentes.
Telerman tampoco oculta su deseo de suceder a Mauricio Macri y cree que esta vez se le puede ganar al PRO. “El gobierno de Macri ha demostrado de sobra su incapacidad, tanto en la política como en la administración. Han quedado claras su insolvencia, su grisura, su falta de norte y de capacidad para poner prioridades”, dice.
Sabe que su apellido está en la boca tanto de peronistas afines al kirchnerismo como entre allegados a Francisco de Narváez. Unos y otros comentan que el ex jefe de Gobierno está negociando una candidatura en la ciudad para postularse a mediados de 2011. Cuando Página/12 le pregunta si está pensando ser candidato del PJ disidente o del kirchnerismo, Telerman elige esquivar la disyuntiva.
–Estoy trabajando por la unidad –dice–, pero sobre todo para la creación de las condiciones para que esta unidad sea posible. Y también trabajo por la creación de un peronismo porteño con una identidad sólida. Un partido moderno, inteligente, participativo y abierto. ¿Por qué un peronismo que esté alineado con uno o con otro? Aunque ese debate también estará. Pero los peronistas porteños tenemos que tener identidad propia, más allá de los alineamientos nacionales. No se olvide de que las elecciones de la ciudad se harán alrededor de mitad de año, mientras que la nacional va a ser muy posterior, en octubre.
–¿Será candidato entonces?
–Estoy trabajando, y ya lo he hecho público, en la decisión de que haya internas hacia el último trimestre de este año. Necesitamos un peronismo porteño que sepa darse candidatos elegidos en una interna abierta, que es un proceso de legitimación, que también sepa darse una identidad, porque nunca la ha tenido y hasta ahora ha sido el reflejo de estructuras nacionales. No debemos repetir el pasado. Esta vez no tenemos que disputar fragmentadamente contra un gobierno como el macrista, que ha dado muestras de sus debilidades, de su visión tilinga y frívola de la ciudad, que padece la ausencia de un norte hasta ideológico tradicional que suele caracterizar a la derecha.
–¿Qué opina de la reacción del macrismo ante el avance de la causa por las escuchas ilegales? La intención de desplazar al juez Oyarbide, la investigación sobre el agente de la SIDE que se comunicó con Burstein...
–Sobre eso mantengo lo que siempre he dicho. La Justicia está investigando, hay que dejar que siga. Y más allá de lo que diga la Justicia, en ciertas cosas hasta ahora hay poca claridad, lo menos que se puede decir es que son opacas. Espías que trabajaban en áreas de gobierno que nada tienen que ver con esas funciones, la dirección que se le dio a la Policía Metropolitana. Debería ser una policía de presencia en la calle, de relación con los vecinos, y para eso era imprescindible el proceso de selección de gente y la generación de confianza. Todo eso está en las antípodas de lo que hizo Macri. Creó una policía que disputa con la Policía Federal, lo cual es muy peligroso, tomó los peores elementos de la Federal, gente que había sido desplazada de esa misma fuerza, cuando en la Policía Federal hay muy buenos elementos.
–¿Llegó la oportunidad para ganarle a Macri en la ciudad?
–Si no se repiten los desatinos cometidos, si el peronismo de la ciudad realiza un proceso claro de acercamiento, de discusión y de asunción de identidad, si el peronismo entiende que tiene que plantearse acuerdos con otras fuerzas políticas, si evitamos la fragmentación que está en la base de la derrota de 2007... Porque, además, mucha gente de buena fe que votó a Macri porque creyó en un discurso efectista y demagógico, que creyó en imposibles y en cosas posibles, pero que no se realizaron, ahora está defraudada. Porque se dejó de lado el proceso de Basura Cero, la ciudad también discontinuó muchísimos programas de política social. Afortunadamente se continuó con el de Ciudadanía Porteña, pero se discontinuaron los programas de ayuda a la gente en situación de calle. Se dejaron de financiar las casas de ayuda a los adictos al paco, lo que tendrá consecuencias letales. En fin, se bajó el nivel de inversión en todo el sur de la ciudad. La inversión es bajísima y eso lo sufren muchos votantes de Macri. Este es un gobierno que está muy por debajo de las expectativas, incluso de las menos ambiciosas.
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