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Como si trataran de hacer realidad la máxima del último director técnico exitoso de Racing Club, el duhaldismo ha decidido concretar “paso a paso” su estrategia con la que pretenden desactivar los comicios internos del justicialismo y así impedir un posible triunfo menemista. Lo primero es conseguir que la mesa de conducción del congreso partidario, que se reunirá hoy al mediodía, defina la fecha del encuentro del PJ lo más tarde posible. Por caso, el 17 de enero. Hasta ese día, creen que habrá tiempo para convencer a los aliados peronistas sobre la conveniencia de comicios a través de ley de lemas –más allá de lo que diga en público Eduardo Duhalde– y, por supuesto, entablar negociaciones con los bloques parlamentarios necesarios para modificar la Ley Electoral. Léase, la UCR.
Si bien Duhalde dijo ante los periodistas que se le cruzaron por delante que la variante lemas “mucho no me gusta”, lo cierto es que sus principales espadas trabajan con ahínco por esta posibilidad. Eduardo Camaño, presidente de la Cámara baja y a su vez del congreso partidario, es uno de los que trabajan en esta dirección.
La tarea encomendada a Camaño no es fácil porque su faena raya con la fractura del peronismo. “Es una posibilidad”, reconocen los diputados duhaldistas consultados por este diario y agregan que “todo sea por evitar el triunfo de (Carlos) Menem”. Y para concretarla es necesario tiempo. De ahí que Camaño pretende que el congreso del partido se realice el 17 de enero y no el 8 como estaba previsto. “No serán muchos días más, pero es mejor que la semana que viene”, reconoció uno de los diputados duhaldistas con mayor predicamento en el bloque.
Mientras esta negociación se realiza, Camaño utiliza el tiempo para contactarse con los radicales. Sucede que en caso de que el congreso partidario habilite una elección por lemas es preciso modificar la Ley Electoral. Sin duda, el PJ necesitará de los votos de la convulsionada UCR. “Con el complicado proceso interno que están viviendo, es posible que acepten nuestra propuesta porque con los dos candidatos que tienen pueden contener a los votantes que migrarían al ARI”, se ilusionan los legisladores afines al Presidente.
Por caso, el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, dio una muestra clara de lo que se piensa en el gabinete nacional al sostener que el sistema de neolemas es la “mejor solución” para resolver la convulsionada interna del partido oficial. “Cuando no hay una oposición firme del otro lado se presenta una discusión por el poder dentro del propio partido, y uno parece ver con claridad que lo que va a terminar sucediendo es salir de denuncia en denuncia, de impugnación en impugnación, recorrer los pasillos buscando alternativas de solución a lo que tiene que solucionarse políticamente”, argumentó.
Ahora bien, si el duhaldismo y sus aliados internos consiguen echar por tierra las internas, el paso siguiente que ronda las cabezas de varios de los hombres más cercanos al Presidente es desactivar los comicios presidenciales del 27 de abril. “Nosotros no estamos en condiciones de hacerlo. Mucho menos el Congreso de la Nación”, se sinceró una de los operadores duhaldistas de la Cámara baja. Sin embargo, dio una señal de quién podría hacer esta tarea: “Un fallo judicial sobre la inconstitucionalidad de la reformada Ley de Acefalía puede frenar las elecciones y con los tiempos que tiene la Justicia, es probable que las apelaciones sean resueltas recién después de abril”, terminó de sincerarse el legislador. Este no duda en reconocer que el mejor escenario para este sector es un Duhalde gobernando hasta el 10 de diciembre y, si la situación política y económica lo permiten, con el ex intendente de Lomas de Zamora presentándose a los comicios presidenciales de octubre tal como lo dispone la Constitución nacional.
Uno de los legisladores que reconocen la estrategia duhaldista sin desenfado es José María Díaz Bancalari. “La interna no se puede realizar.No es un capricho porque no están dadas las condiciones para que las elecciones sean todo lo transparente que necesita el partido”, dijo el bonaerense antes de reconocer que una salida a este embrollo es la definición de la fórmula presidencial “por consenso y a través de un congreso partidario”. Espacio que, dicho sea de paso, domina el duhaldismo.
Los menemistas están que trinan y lanzan críticas a diestra y siniestra. De todas formas hay contactos con los operadores de Duhalde.