EL PAíS › ESTUDIAN MEDIDAS PARA CONTROLAR LA SUBA DE LA CANASTA DE ALIMENTOS
Quién le pone el freno a la canasta
La preocupación por el aumento de la pobreza y la indigencia movilizó al Gobierno para combatir lo que percibe como causa principal: el encarecimiento de los bienes de consumo masivo. Hay en estudio una batería de medidas, por ahora sólo a nivel de intenciones.
Por David Cufré
El Gobierno inició el año generando un nuevo objetivo político, más allá de las cuestiones electorales. Movilizó a la Jefatura de Gabinete, a tres ministerios y a un par de secretarías para que consigan contener e incluso disminuir los precios de los productos de la canasta básica de alimentos. El Plan Jefas y Jefes de Hogar resultó ineficaz para reducir los índices de pobreza e indigencia, que siguieron aumentando a lo largo de 2002. La razón principal fue que el precio de aquella cesta creció más que el ingreso promedio de los hogares de menores recursos, a pesar del aporte mensual del Estado de 150 lecops. La tarea que viene, entonces, es actuar sobre la oferta. Lo que resulta sorprendente es que el Ejecutivo haya esperado hasta este punto para hacerlo, cuando las acciones en que está pensando, como suba de retenciones y baja de impuestos, las tuvo siempre a la mano.
Pero el tema de pronto se convirtió en prioritario. Eduardo Duhalde y los ministros que lo acompañaron ayer en una reunión de gabinete en Olivos dedicaron a la cuestión la mayor parte del tiempo. El anuncio concreto fue que el próximo lunes tendrá lugar la primera reunión de un equipo dedicado al tema, con la participación de la Jefatura de Gabinete, las carteras de Economía, Producción y Trabajo y de las secretarías de Agricultura e Industria. Según pudo saber Página/12, uno de los temas que debatirán es la continuidad de la rebaja de 2 puntos del IVA que se aplica desde noviembre pasado. A pesar de que Roberto Lavagna faltó al encuentro en la quinta presidencial, dado que está de vacaciones en Cariló, el Palacio de Hacienda emitió un comunicado anticipando las ideas que llevará a ese cónclave.
Allí confirma que el Gobierno trabaja en el diseño de un paquete de medidas “que permita reducir el costo de la Canasta Básica de Alimentos y, consecuentemente, bajar las líneas de indigencia y pobreza”. Los productos que puso en la mira representan más del 75 por ciento de los que integran la CBA. “En orden de importancia son: carne, pan, hortalizas, leche fresca, fideos secos, galletitas, frutas, aceite comestible y bebidas sin alcohol”, menciona el comunicado. Y agrega que también actuará sobre productos que si bien no tienen un peso tan destacado en los consumos de los sectores de menores ingresos experimentaron fuertes aumentos, como legumbres, azúcar, arroz y quesos. Productores rurales, exportadores y molineros reaccionaron rápidamente contra la intención oficial de subir retenciones.
Página/12 dialogó con el secretario de Programación y viceministro de Economía, Oscar Tangelson, quien reconoció que la tarea encarada se encuentra en una etapa preliminar. “A esta altura no quisiera especular con porcentajes de disminución de precios ni con fechas” en que se producirán los ajustes, indicó. El Gobierno pretende mantener reuniones con los productores de las mercaderías involucradas y, posteriormente, con los comercializadores. “Queremos que los sectores económicos tengan una participación activa y juntos definir cómo se pueden reducir costos para que los productos lleguen al público a menor precio”, explicó. A juzgar por la respuesta de ayer, no le resultará fácil. Hasta ahora los hombres de Economía recibieron a productores del sector cárnico, el último lunes. “Recién empezamos a plantear los temas”, indicó Tangelson.
La batería de medidas que menciona Economía se resume, en principio, a las siguientes acciones:
- Retenciones: “Se está considerando incrementar los derechos de exportación en aquellos productos de consumo masivo que hayan aumentado sus precios por encima de la media en el último año”. Los productores que exportan fijan los precios internos en función del dinero que reciben por sus ventas al exterior. Las retenciones achican las ganancias de las exportaciones y, en consecuencia, deberían bajar los precios domésticos.Los productos que subieron más de la media son harinas, aceites, azúcar, algunos cortes de carne vacuna y pollos.
- Carnes: Más allá de las retenciones, Economía está pensando en otras medidas, como reducir a 10,5 por ciento la alícuota de IVA al pollo, cerdo, cordero y pescado, “para favorecer el consumo sustitutivo de la carne vacuna”. En la actualidad sólo este último tipo de carnes paga 10,5 por ciento de IVA. Por otra parte, el Gobierno les pedirá a los frigoríficos que reduzcan los precios de cortes de consumo masivo que no integran la oferta exportable, como asado, falda, carnaza y paleta. Según un informe de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, el kilo de carnaza común subió 163,8 por ciento en el año, la falda aumentó 152,5 por ciento, la picada común el 151 por ciento y el asado el 71,4 por ciento.
- Pan: “Se está analizando homogeneizar la carga impositiva del IVA en todas las etapas de la cadena trigo-harina-pan para reducir su precio final”. En este momento, los productores de trigo pagan el 10,5 por ciento, los molineros el 21 y la venta de pan al público está exenta. El Gobierno seguramente bajará el IVA a los molineros, para que la harina llegue más barata a los fabricantes de pan.
- Leche: “Se estudia aplicar incentivos impositivos directos en toda la cadena para permitir una reducción importante del precio final en la leche fluida sin aditivos”. Los productores lácteos y la industria pagan el 21 por ciento de IVA, mientras que la comercialización está exenta.
- Productos envasados: “Se evalúa llegar a acuerdos con los fabricantes para poner en oferta productos de consumo masivo con precio sugerido por el fabricante impreso en el envase”.
Tangelson insistió en que el Gobierno no generará controles de precios sino que estudiará con los empresarios la mejor manera de reducir sus costos, para que puedan trasladar ese beneficio a los consumidores. Una de las cuestiones que analizará Economía antes de esos encuentros es cuál fue el resultado de la disminución del 21 al 19 por ciento durante dos meses. “La medida todavía está en vigencia y estamos estudiando si la prorrogamos o no”, mencionó el funcionario. “Creo que ha resultado positiva, pero esperamos información adicional sobre el efecto que tuvo sobre el consumo y la recaudación”, concluyó.