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El ex senador nacional Jorge Massat reapareció en un acto del PJ realizado en Reconquista, norte de Santa Fe. Massat pagó un asado para 300 personas de su grupo interno, homenajeó a Carlos Menem y ni se acordó de la causa por enriquecimiento ilícito que tiene sobre sus espaldas, por el movimiento millonario que hizo con empresas a nombre de allegados, en los últimos años en los que se desempeñó como legislador, lo que motivó el distanciamiento de Carlos Reutemann. “La política es una actitud de vida”, dijo Massat al hablar en el encuentro menemista en el Club Platense. Estaba secundado por el ex vicegobernador santafesino Antonio “Trucha” Vanrell. El ex senador está siendo investigado por el fiscal Paulo Starc, de la Capital Federal, que ya comprobó su participación en por lo menos cinco empresas a nombre de testaferros, después de analizar más de 5000 cheques emitidos. Starc determinó depósitos irregulares por casi un millón de dólares anuales entre 1997 y 1999 en la cuenta de Silvia Michelli de Húber, una de sus principales colaboradoras en el Senado y en Villa Ocampo. Los depósitos se hacían desde bancos de la zona del Congreso. Húber será citada a indagatoria a más tardar a mediados de febrero.
El asado de camaradería fue realizado en las amplias instalaciones del Club Platense, donde surgiera Gabriel Omar Batistuta, y tuvo un solo objetivo: mostrarles al periodismo invitado y a la comunidad en general que los Massat están vivos y dispuestos a retornar a la primera plana. Tanto el ex senador nacional Massat, como su hermano, el senador provincial Omar Massat, encabezaron la mesa acompañados entre otros por el ex diputado nacional Alfredo Speratti, menemista con fuertes vinculaciones con la ministra de Trabajo Graciela Camaño. Esa relación de Speratti –ex intendente de Reconquista y también criticado en el norte de Santa Fe por su repentino crecimiento patrimonial en los últimos tiempos– habría determinado que varios de los presentes contaran con una información reservada en el asado: la promesa del reparto mensual de bolsones y planes jefes y jefas, bajo cuerda y por varios meses, para lograr votos. También estaban dos que llegaron para apoyar en nombre del menemismo ortodoxo: el cuestionado Vanrell, aquel de la compra millonaria de juguetes en tiempos del gobierno de Víctor Reviglio, por la cual fue condenado por la Justicia, y el ex boxeador Juan Domingo “Martillo” Roldán.
En el encuentro hubo fuertes críticas a Eduardo Duhalde y el orador de fondo fue Jorge Massat. Obviamente, hubo reivindicaciones para Menem, a quien se homenajeó en cada uno de los discursos. Lo más extraño del caso fue el olvido general de la causa por enriquecimiento ilícito que pesa sobre Massat. Horas antes, Massat había señalado a algunos medios locales que “en febrero” la Justicia federal “va a comprobar” su inocencia y volvió a atribuir “al periodismo” “y la interna” su calvario judicial.
El ex senador está siendo investigado por el fiscal Paulo Starc, que le comprobó la existencia de por lo menos cinco empresas a nombre de testaferros. Después de analizar más de 5000 cheques endosados por allegados directos a Massat y por el mismo ex legislador entre 1997 y 1999, y de citar a más de 40 testigos, Starc pudo determinar que hubo depósitos irregulares por casi un millón de dólares anuales en la cuenta bancaria de Silvia Michelli de Húber, una de las principales colaboradoras de Massat, aunque la mujer nunca tuvo un ingreso superior a los 2000 pesos. Húber es secretaria de Hacienda del municipio de Villa Ocampo, que alguna vez encabezara Massat. Los depósitos se hacían desde bancos de la zona de Congreso.
También se investigan numerosos cheques emitidos por su empresa, Comercial Euroamericana, a nombre de Transportes Esnaider. En principio se analizaron no menos de 50 cheques, de unos 6000 pesos mensuales, a nombre de Romelio Hugo Esnaider, titular de la empresa. La transportadora teníaen 1996 8 camiones, y en la actualidad cuenta con unos 50, la mayoría comprados a través de créditos.
La persona que será citada a indagatoria a mediados de febrero es la contadora Rosa Michelli de Húber, quien siempre fue considerada la administradora de los bienes y los dineros del ex senador. Por sus cuentas corrientes y la de su hijo Ricardo circuló dinero que provenía de Comercial Euroamericana SRL, con sede en Corrientes. En esa firma, según la denuncia pública de la sobrina de Massat, Silvina Fantín de Soria, el ex legislador hizo circular cerca de 20 millones de dólares, que se depositaban en cuentas de bancos de Capital y luego eran girados en buena parte a campañas políticas del justicialismo en el norte de Santa Fe. Michelli de Húber aparece en otras empresas, supuestamente también ligadas con Massat: Kasfi SRL y Sancitrus SA, que se encuentra controlada por Gustavo Virili, yerno de la contadora. Hay otras firmas en la mira, como Horizonte SRL Multimedios o una FM de Reconquista, beneficiadas con sumas importantes de dinero en los últimos años. Lo mismo sucede con “2 o 3 empleados del Congreso de la Nación”, según se indicó a Página/12. Uno de ellos es su vocero, Eduardo Fornés, quien recibía 11.000 pesos mensuales, en cheques de la Papelera Ocampo.
Según consta en el expediente, el 7 de noviembre de 1996 Massat conformó una sociedad anónima, Papelera Ocampo, con la que compró la quiebra de la planta de fabricación de papel Sai Welbers Limitada, que estuvo ligada al Ingenio Arno de Villa Ocampo. Aunque parezca extraño, es el único lugar donde aparece, con nombre y apellido, el cuestionado dirigente. “No figura en ningún lado”, indicaron fuentes judiciales. En la Papelera Ocampo, Massat y su entorno controlaban el 52 por ciento de las acciones. Entre otros accionistas aparecían su hermano Omar, sus respectivas esposas y el hermano del juez federal de Reconquista, Eduardo Fariz. Y aunque Fariz ya tenía en esos días el okey del Senado de la Nación –merced a la larga mano de Massat en la Comisión de Acuerdos–, el abogado figuraba como asesor legal de la papelera. El mismo Fariz, que colaboró en la Municipalidad de Villa Ocampo cuando Massat fue intendente, tuvo que apartarse de la causa por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito iniciada el año pasado, precisamente por esa relación que mantenía con el denunciado.
En la papelera aparece también Rosa Michelli de Húber, quien figuraba como empleada en dos comisiones del Senado. Una era la Comisión Bicameral de Reforma del Estado y Seguimiento de las Privatizaciones, lugar clave que la Justicia tiene en la mira, ya que se entiende que buena parte del dinero remitido por Massat a Villa Ocampo habría sido producto de supuestas coimas pagadas por empresas privadas para lograr dictámenes favorables. Massat era presidente de la comisión y su rol fue clave en 1997 para destrabar la concesión de los 17 aeropuertos –otorgada al Grupo Eurnekian–, la renegociación de los contratos de los trenes metropolitanos o la renovación del contrato con Telecom.