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Osvaldo Mércuri está en rebeldía. De motorizar la permanencia de Eduardo Duhalde en la Casa Rosada pasó sin escala a evaluar su respaldo a Carlos Menem o a Adolfo Rodríguez Saá. Dice que el guiño del Presidente a Néstor Kirchner y a Felipe Solá fueron el detonante de su enojo. Pero no cierra definitivamente la puerta y hasta admite que si Chiche Duhalde integrara alguna fórmula, depondría su actitud. De este y otros temas conversó con Página/12 el titular de la Cámara de Diputados bonaerenses.
–¿Se va del duhaldismo?
–No busco el oportunismo político. Pero me dejaron afuera de la fórmula de gobernador.
–Pero ya comenzó a manifestar su enojo con el apoyo a Kirchner, aun antes de saberse del respaldo de Duhalde a Solá.
–A mí me molestó la forma imprevista de Duhalde de nombrarlo a Kirchner. Pero también la forma de bajarme a mí para gobernador, sin consultarme.
–Insisto: su ausencia en el lanzamiento de Kirchner sugiere su alejamiento del duhaldismo.
–No fui ahí porque estoy molesto. Y ahora en estas semanas voy a hablar con mucha gente, con gente que está con Rodríguez Saá...
–...también con el representante del menemismo Alberto Pierri.
–Sí, sí, también me llamó, sí.
–¿Entonces?
–Mire, yo le pedí a Duhalde que continúe, que sea candidato. Pero no quiso. Ahora estoy en la búsqueda para ver quién me representa.
–Veo que para usted no es Kirchner, pese al aval de Duhalde.
–Por ahora no. Quiero conocer más de Kirchner. No quiero que el título sea “Kirchner no es mi candidato” porque no quiero ofender. No conforma. No me gusta el tipo que dice “voy a terminar con Menem”... Prefiero al tipo que dice “le voy a ganar a Menem” o al que habla de unidad. Pero, bueno... vamos a ver si me hace cambiar con el tiempo... No es malo cambiar... ¿no?
–¿Sabe, al menos, a quién no va a votar?
–Tampoco.
–Hoy por hoy incluso puede votar a Menem.
–No lo sé. No lo sé. Puede ser. La gente de Menem, vota a Menem. La de El Adolfo al Adolfo. El duhaldismo clásico dice que hay que forzar para que lo voten a Kirchner. ¡¿Forzar?! Eso no me convence.
–Un llamado de Kirchner le podría hacer cambiar la postura.
–Más que un llamado yo quiero saber cuánto la Nación le va a devolver a la Provincia...
–...Kirchner últimamente habló de devolverle el 10 por ciento de lo que perdió.
–Sí, y eso está bien.
–Si eventualmente el vice de Kirchner o de Solá fuera Chiche Duhalde, ¿los apoyaría?
–Sí. Chiche trabaja incansablemente. Así apoyaría a Kirchner.
–¿Y si fuera Scioli, Balestrini, Alvarez, Fernández o Alak?
–No es lo mismo.
–Es evidente que el respaldo de Duhalde a Solá tampoco le gustó.
–Yo tenía expectativas de que Duhalde no bendiga a nadie del sector y se decidiera o por interna o por consenso. En cambio, dijo “el candidato oficial es Felipe Solá” y me dejó afuera sin hablar conmigo.
–Duhalde tenía que tomar una decisión para que no se le disperse el poder.
–Hay formas y formas. Tenía que hablar con los intendentes a ver a quién prefería. Y no lo hizo.
–Después de estos gestos de rebeldía, ¿no lo llamó Duhalde?
–No. Pero no está enojado. El sólo se enoja con Menem. Yo lo respeto, lo aprecio y lo admiro, pero...
–...pero marche preso.
–Duhalde apagó el operativo clamor porque no quería ser candidato. Díaz Bancalari piensa como yo, que él tiene que ser el candidato, y después va al acto de lanzamiento de Kirchner. No hay que ser hipócrita. Para mí el candidato tenía que ser Duhalde. La batalla tenía que darse entre dos generales: Menem y Duhalde. Pero no entre un general y un teniente coronel, como puede ser Kirchner.
–Con Chiche Duhalde en la fórmula eso cambiaría.
–Sí, porque Chiche es Duhalde.
–Mientras, escucha ofertas.
–No, ofertas no. No es un tema comercial.