La Presidenta se reunió ayer por la tarde en Olivos con la designada ministra de Seguridad, Nilda Garré. Todavía a cargo de la cartera de Defensa, Garré estuvo trabajando durante el día en su despacho del Edificio Libertador para armar el equipo que la acompañará en el nuevo ministerio. Hoy ambas mujeres presidirán la ceremonia de egreso de los oficiales de las Fuerzas Armadas en el Colegio Militar. La expectativa está centrada en que Cristina Fernández de Kirchner devele en ese ámbito quién asumirá la conducción política directa de las Fuerzas Armadas. Anoche, el nombre de la ex senadora Marita Perceval perdió fuerza entre quienes habían asegurado que era el número puesto.

El armado del Ministerio de Seguridad que tendrá a cargo la definición de la política y el control directo de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura, además de la coordinación del Consejo de Seguridad Interior que integran los responsables políticos y las policías provinciales ocupa a Garré, quien asumirá mañana en el nuevo cargo.

El director nacional de Política Criminal, Mariano Ciaffardini, fue tentado para sumarse a uno de los mayores desafíos de la gestión K al entrar de lleno en el año electoral. Ciaffardini es profesor de Criminología en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y ex fiscal federal, integró junto Aníbal Ibarra el equipo que trabajó en el Juicio a las Juntas Militares en 1985. Abandonó la carrera judicial y pasó luego a la cartera de Justicia, donde permaneció en sucesivas gestiones. El director del Programa de Violencia Institucional y Seguridad Ciudadana del CELS, Gustavo Palmieri, también fue consultado para sumarse al staff de la nueva cartera. Ileana Arduino, directora de Derechos Humanos de Defensa, la encargada de revisar los antecedentes de los oficiales promovidos por cada fuerza acompañaría a Garré en su nuevo destino. “El modelo es el de (León) Arslanian cuando estuvo a cargo de Seguridad en la provincia de Buenos Aires”, comentó un funcionario.

La decisión de renovar la cúpula de la Policía Federal y de la Prefectura sería una decisión tomada. El comisario Néstor Valleca es un hombre de confianza del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y Garré pretende armar su propia estructura. En lo formal, si bien la Policía Federal está en la órbita del ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Julio Alak, seguía reportando a Fernández. El titular de la Prefectura, Oscar Arce, también sería desplazado. Sobre el jefe de la Gendarmería, Héctor Schenone, las versiones eran menos intensas.

Después de cinco años al frente de Defensa, Garré asumirá mañana en el Salón Blanco de Gobierno como ministra de Seguridad. El conflicto que estalló el martes pasado en Villa Soldati por la ocupación del Parque Indoamericano, a raíz de la demanda habitacional de los pobladores de la Villa 20, es el escenario en el que el Ejecutivo decidió crear el nuevo ministerio. Las primeras definiciones de Garré apuntaron a reforzar el rechazo de una solución represiva para resolver el conflicto.