Los contactos continúan, pero la posibilidad de recomponer la unidad en el Frente Amplio Progresista (FAP) se diluye con el correr de las horas.

Sin haber encontrado una ingeniería electoral que les permita evitar la ruptura, cada sector trabaja decididamente en el armado de su propia lista de candidatos. Entre hoy y mañana, un plenario de los partidos encolumnados con Fernando “Pino” Solanas –Proyecto Sur, PSA y MST– definirá si se plegará al FAP o presentará una fórmula propia para octubre. Mientras esperan una respuesta, el tándem PS-GEN avanza junto a la Unidad Popular –de Víctor De Gennaro– y Libres del Sur –que conduce Humberto Tumini– en la elaboración de listas conjuntas en los distritos donde no hay acuerdo con las huestes del cineasta. Sin tiempo para la “ilusión” o el “milagro”, la fractura quedaría expuesta antes de que venza el plazo para la presentación de candidatos.

El tiempo juega en contra y la posibilidad de saldar las diferencias entre ambos sectores difícilmente pueda lograse en los escasos días que restan para el cierre de listas que vence en la medianoche del sábado próximo. Un llamado de Binner a Solanas el viernes pasado distendió la situación y abrió una puerta de emergencia para la negociación, después de que el PS y el GEN inscribieran al FAP sin la incorporación de Proyecto Sur, que también anotó su propia alianza. Pero la situación no mejoró a lo largo de la tregua del fin de semana largo.

Ya sin tiempo material para discutir el programa ni las candidaturas, que cada sector arma por separado, en el Movimiento Proyecto Sur trabajaron sobre distintas variantes que permitieran salvar el acuerdo nacional sin resignar aspiraciones propias en los distritos en conflicto. La idea de plantear una colectora, para apoyar con listas propias de legisladores nacionales la fórmula presidencial del FAP, Hermes Binner-Norma Morandini, aparecía como una solución para no cargar con el peso de la fractura.

“El Frente Amplio uruguayo, del que tanto hablan en el PS y el GEN, dirime así sus diferencias”, se justificó entusiasmado ante Página/12 uno de los dirigentes que impulsaba la alternativa. Pero la implementación de esa ingeniería electoral se había desmoronado el mismo 15 de junio, el día que ambos sectores inscribieron sus alianzas por separado. Con ese mismo plazo también vencía la inscripción de listas de adhesión o colectoras. “Técnicamente, es imposible”, se lamentaba otro dirigente del espacio.

Las reuniones se suceden a diario, pero por separado y sin acercamientos ni consensos. “Los esperamos más de dos meses para que definieran si iban con la UCR o con nosotros. Pasó la interna santafesina, el congreso del PS y allí decidieron romper con el radicalismo y armar una alianza estratégica con el GEN. Tres días después deciden inscribir su propia alianza sin consultarnos. No han actuado bien”, repite ante este diario uno de los dirigentes del Movimiento alineado con Solanas.

“No hay lugar para reproches, tal vez no coincidamos en este tiempo, pero sí lo hagamos en el futuro”, agrega otro referente del mismo espacio político, admitiendo la ruptura. A más tardar el jueves, un plenario del Movimiento les pondría fin a las especulaciones, y nombre y apellido a su propia fórmula presidencial. A medida que pasan los días, los partidarios de ir solos engruesan las adhesiones dentro del espacio.

Desde la vereda de enfrente, también lamentan que las conversaciones no hayan prosperado. Pero tampoco han perdido tiempo. Las negociaciones para el armado de la lista de candidatos bonaerenses entre el PS, GEN, UP, Libres del Sur y PCR ya superó la etapa del armado de la lista de diputados nacionales y ayer trabajaban en la mayoría de los 134 distritos de la provincia en las listas de intendentes y concejales.

Tanto Binner como la candidata a gobernadora bonaerense Margarita Stolbizer habían manifestado a lo largo del fin de semana su “esperanza” de sostener la unidad con el sector de Solanas. Pero las expresiones de deseo no se habrían materializado en propuestas que tentaran a Proyecto Sur. Desde el sector del cineasta consideran que “ya no hay tiempo para la ilusión ni el milagro”.