EL PAíS › BARRIONUEVO DESAFIA LA DECISION DE LA JUSTICIA
En Catamarca todo es posible
El candidato peronista insiste en que llevará sus boletas al comicio, aunque la Justicia le negó ese derecho. También presiona a la Corte Nacional, ayer habló con tres supremos.
Por Felipe Yapur
La aparente tranquilidad que se vive en las calles de la capital catamarqueña está más relacionada con los 43 grados de temperatura que vivió la provincia que por, aún más caliente, el clima político. El gobierno del Frente Cívico y Social se mantiene firme en su decisión de impedir –a través de los fallos judiciales locales– que Luis Barrionuevo sea el candidato del PJ. Por su parte, el senador gastronómico está decidido a competir “más allá de lo que diga la Justicia” y está terminando de armar una maniobra con la que pretende enfrentar aún más la justicia provincial con la federal, fruto del silencio que obtuvo de la Corte luego del recurso extraordinario que presentaron sus abogados. Ayer, el candidato del PJ, a manera de anticipo, le mandó a decir a toda su gente con un indisimulado tono amenazante: “El domingo puede pasar cualquier cosa. La elección va a ser una caja de Pandora”.
El sol de Catamarca es el mismo que se desploma sobre el Caribe, pero acá no hay palmeras y mucho menos playas, hay asfalto y un viento caliente que quema. Todos transpiran, incluso Barrionuevo, que realiza su campaña vestido con una camisa, bermudas y sandalias. Con ese look veraniego manda, ordena y controla la marcha de la campaña que ya finaliza y que, al decir de la justicia electoral local, él sigue estando inhabilitado para participar. Al sindicalista esto lo tiene sin cuidado. Anoche, frente a mil personas entre las que se encontraban fiscales de mesa, fiscales generales y una ristra de abogados que lo acompañarán el domingo, el candidato repitió su advertencia.
La frase de Barrionuevo es el llamado directo a todos los candidatos del PJ para que se “priven siquiera de pensar” en una posible rebeldía a la orden de abstención que hoy puede emanar del congreso partidario –que controla a gusto y paladar– si es que finalmente la Corte Suprema de Justicia le da la espalda.
Es tan clara esta advertencia que no necesita traducción, pero por si acaso, anoche los colaboradores del gastronómico sostenían a viva voz que “nadie se puede hacer el gallito, ellos saben que son candidatos gracias al esfuerzo y el trabajo de Luis. Así que si se rebelan se las tendrán que ver personalmente con él”.
Pero si hay una espada de Damocles para Barrionuevo, ésa es la Justicia. Y el oficialismo es consciente de ello y por eso apuesta –más bien reza– a que la Corte continúe sin discutir el recurso extraordinario que presentaron ayer los abogados del sindicalista. Saben que el solo hecho de que los supremos consideren admisible la presentación del justicialista, le permitirá presentarse a los comicios del domingo. Barrionuevo no espera y, como él dice a sus más cercanos colaboradores, “opera las 24 horas”. Ayer habló con tres cortesanos. Juan Carlos Maqueda –”su amigo”, según sostienen los colaboradores del senador–, Adolfo Vázquez y Guillermo López. Trascendió que el trío le habría reconocido no sólo la existencia de consenso para tratar su tema sino que además están seguros de lo que están proscribiendo. El problema, reconocen los barrionuevistas, es que nadie se atreve a redactar la admisibilidad de la presentación. El gastronómico sabe de esa situación y sospecha también que los supremos le están cobrando “el entusiasmo” que puso su esposa Graciela Camaño cuando era diputada e integraba la Comisión de Juicio Político que tuvo en jaque a los cortesanos el año pasado.
El análisis que hace el oficialismo es calcado al de Barrionuevo y allí reside su confianza, y se regodean con la orden del presidente del tribunal electoral y presidente de la Corte catamarqueña, Ricardo Cáceres, quien intimó al PJ a presentar la boleta del partido para que sea oficializada con o sin la fórmula a gobernador. El plazo venció anoche alas 22. Un ratito después, justicia informó que el PJ no presentó listas. “A nosotros no nos importa lo que diga la justicia local”, bramó el vicepresidente del PJ vernáculo, Jorge Moreno.
Para desbaratar la estrategia oficialista y tensar aún más el clima beligerante que se vive entre ambas fuerzas políticas, Barrionuevo ya puso en marcha un operativo temerario. Hoy tiene planeado, según dejaron trascender sus colaboradores, presentarse ante el juez federal Ricardo Moreno (hermano del vicepresidente del PJ), quien por estos días está subrogando a Pedro Navarro, el magistrado que dictó una medida cautelar a favor del gastronómico y que lo autorizaba a participar de los comicios más allá de lo que decía la junta electoral provincial. Barrionuevo le entregaría al juez las boletas electorales y le solicitaría que haga valer la medida cautelar bajo apercibimiento de acudir a la fuerza pública, es decir a la Gendarmería.
Es una medida casi desesperada del senador, que le aporta un grado más a la tensión que se vive. El oficialismo asegura que pasado mañana puede “haber problemas” y dieron orden a la policía local de controlar los accesos a la provincia porque temen el ingreso de “barrabravas de Chacarita” que llegarán con una única intención: entorpecer el comicio.
Desde el PJ nadie habla de barrabravas, pero ayer durante un almuerzo que Barrionuevo compartió con más de 600 militantes de la juventud peronista, Gabriel Romero –uno de sus máximos representantes– arengaba a la multitud diciendo que “fuimos los fusiles de Juan Domingo Perón. Hoy somos los fusiles del compañero Luis Barrionuevo como gobernador de Catamarca”. Los jóvenes dejaron por un momento los vasos de gaseosas y los sándwiches que deglutían con fruición para aplaudir la consigna y luego entonar la marcha peronista. Este culebrón (y el calor) continuarán hoy.