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La pelea en Catamarca es entre el gobernador del Frente Cívico y Social (FCyS), Oscar Castillo y el justicialista Luis Barrionuevo. Ambos hablan pestes del otro y Eduardo Brizuela del Moral, el aspirante del oficialismo participa. El gastronómico ni siquiera lo tiene en cuenta: “Es un gordo aburrido”, suele repetir.
Brizuela, alejado de esos conflictos, se dedica a recorrer la provincia y prácticamente no hace declaraciones. Ayer presidió el cierre de campaña en Belén, una localidad ubicada en el oeste catamarqueño y terruño del mítico Vicente Leónidas Saadi. Para hoy tiene previsto realizar una caravana que recorrerá toda la capital y culminará con un acto en el polideportivo provincial.
Barrionuevo, en cambio, prefiere las grandes concentraciones al aire libre. Esta noche participará del cierre de su campaña en la plaza 25 de Mayo, ubicada enfrente de la casa de gobierno local.
Seguramente para esa hora la suerte jurídica de Barrionuevo ya estará echada. Sin embargo, al gastronómico eso poco le importa: “Ganaremos con los votos que yo ponga a pesar de que se oponga la Justicia que controla el Frente Cívico”, arengó anoche a su gente durante la cena que compartió con mil fiscales, abogados y punteros de su partido que están preparados con uñas y dientes para participar de los comicios de pasado mañana.