El Tribunal Oral Federal de Corrientes sentenció ayer a seis represores con penas de 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad en la ciudad de Goya durante la última dictadura. Los flamantes condenados en la denominada Causa Goya, que deberán cumplir la sentencia en prisión, son los militares retirados Juan Ramón Alcoberro, Alberto Tadeo Silveira Escamendi y Leopoldo Norberto Cao, los ex policías Juan Antonio Obregón y Romualdo del Rosario Baigorria y el prefecto retirado Luis Leónidas Lemos. “La sentencia es para nosotros un gran espaldarazo moral, al trabajo honesto y al empuje de mucha gente”, celebró el abogado Juan Rajoy, de la Asociación Memoria, Derechos Humanos y Solidaridad (Medesh).

El tribunal que presidió Víctor Antonio Alonso e integraron también Lucrecia Rojas de Badaró y Fermín Amado Cerolini aplicó las máximas penas previstas, tal como habían solicitado los fiscales federales Flavio Ferrini y Juan Manuel García y los querellantes: Rajoy y Gabriela López Breard, por el Medesh; Mario Bosch, Daniel Domínguez Henaín y Manuel Brest Enjuanes, por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Ayer se conoció sólo la parte resolutiva de la sentencia. Los fundamentos se difundirán el próximo 31 de agosto.

Silveira Escamendi, 64 años, ex segundo jefe de la Compañía de Ingenieros 7 con el grado de capitán durante la dictadura, fue quien terminó condenado por más cantidad de delitos: 13 privaciones ilegales de la libertad, 11 tormentos y una desaparición forzada. El suboficial Alcoberro, de 67 años, ex jefe del denominado Grupo Puma y responsable de inteligencia del área militar 235, fue condenado por su participación en 13 secuestros y 12 casos de torturas. Cao, de 61 años, recibió su sentencia por tres secuestros y tormentos. Los tres militares fueron considerados coautores de los delitos, agravados por su condición de funcionarios públicos y porque las víctimas eran presos políticos.

El ex policía correntino Obregón, de 61 años, fue condenado por nueve secuestros y ocho tormentos. Su camarada Baigorria, que usaba el alias “Potrillo” e integraba el grupo de contrainteligencia de la policía y colaboraba con la inteligencia del Area 235, fue sentenciado por cuatro secuestros y torturas. Finalmente, Lemos, de 71 años, suboficial retirado de Prefectura, fue condenado por nueve secuestros y ocho tormentos. Murió impune antes del comienzo del proceso el policía Dermidio Ramón Romero, en tanto fue declarado insano el militar Edmundo Bertolero.

El juicio oral y público que concluyó ayer, el tercero por delitos de lesa humanidad en la provincia, comenzó el 4 de mayo pasado pero estuvo suspendido durante dos semanas por la fuga del mayor retirado Cao, quien se ausentó de las audiencias pese a que afrontaba el proceso en libertad. El militar fue recapturado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria el 11 de junio por la tarde, cuando intentaba ingresar en estado de ebriedad al departamento de su pareja.

La mayoría de los presos políticos de Goya, a 220 kilómetros de la capital provincial, eran militantes de las Ligas Agrarias, docentes y militantes de la Juventud Peronista y del PRT-ERP. En el proceso a los seis represores se juzgaron secuestros y torturas contra 27 personas, más las desapariciones forzadas del ex conscripto Abel Arce y de la docente y estudiante de medicina Elida Olga Goyeneche de Sobko.

Durante el juicio declararon más de sesenta testigos, entre ellos el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel. “Su visión fue fundamental”, afirmó el titular del Medesh, Osmar Bello. “Es importante que el país salde sus deudas, para que los jóvenes vivan en libertad”, reflexionó. El abogado Rajoy dijo que tanto su organización como los familiares de las víctimas “estamos muy reconfortados porque la Justicia se manifestó a la altura de las circunstancias”. El de ayer fue el tercer juicio por crímenes de lesa humanidad en la provincia de Corrientes. El primero fue en 2008, en la causa Regimiento 9, cuando la apologista del genocidio Cecilia Pando amenazó con guillotinar al titular de la SDHN, Eduardo Luis Duhalde. El segundo juicio, en 2009, fue en la denominada Causa Ayala.