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El canciller francés, Alain Juppé, afirmó que las condenas a 16 represores de la ESMA que se concretaron el miércoles “hacen honor a la Argentina”. La abogada Sophie Thonon, que representa a las familias de las monjas francesas secuestradas por el grupo de tareas de la ESMA, celebró también el fallo que condenó, entre otros, a los represores Alfredo Astiz y Jorge “El Tigre” Acosta.

“Francia ha aportado de forma permanente su apoyo al gobierno argentino en este proceso judicial, luego de la decisión tomada en 2003 de invalidar las leyes de impunidad”, dice una declaración de Juppé distribuida por el Ministerio de Exteriores de ese país. Mientras en la Argentina estaban vigentes las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, Astiz fue condenado en ausencia en París por los secuestros y desapariciones de las monjas Alice Domon y Leonie Duquet, colaboradoras del grupo de familiares de desaparecidos y Madres de Plaza de Mayo que se juntaban en la Iglesia de la Santa Cruz. “Tanto las familias de Alice Domon y Leonie Duquet, y yo como abogada, nos alegramos mucho de que, 35 años después, la Justicia argentina haya entregado una decisión igual a la que Francia entregó hace más de veinte años”, declaró Thonon.

Amnistía Internacional señaló que la sentencia del miércoles fue “un fallo histórico” que “pone en evidencia el esfuerzo, la perseverancia, el trabajo y el valor colectivo de instituciones, sobrevivientes y activistas que nunca claudicaron en la búsqueda de Justicia”.

También el Centro Simon Wiesenthal elogió la decisión del tribunal que condenó a doce represores de la ESMA a prisión perpetua y otros cuatro a penas de entre 18 y 25 años. “Felicitamos a la Argentina por confrontar su pasado y hacer justicia”, afirmaron en un comunicado Simon Samuels y Sergio Widder, directores de la ONG. Es “un mensaje poderoso para las nuevas generaciones que deben saber que estas atrocidades no deben repetirse”.