“No confundan mis palabras, el llamado a no boicotear a la Argentina fue para todos los que tienen responsabilidades: sindicatos y empresarios”, explicó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Santa Fe durante un anuncio de inversiones de la empresa General Motors. La mandataria precisó los destinatarios de la consigna que había realizado el lunes pasado en Tierra del Fuego al señalar a “los sindicatos con prácticas que no son aceptables y también los empresarios que ganan formidables sumas de dinero y no las reinvierten en el país sino que las llevan afuera”.

Desde la planta de la automotriz acompañada por las autoridades provinciales santafesinas, CFK volvió a evitar referirse explícitamente al conflicto gremial de Aerolíneas Argentinas pero cuestionó aquellos sindicatos con prácticas “propias para hacer frente a un gobierno que no escuchaba los reclamos de los trabajadores o no tenía política industrialista”. A pesar del reclamo implícito a la asociación de personal técnico aeronáutico encabezado por Ricardo Cirielli y el gremio de pilotos internacionales que conduce Jorge Pérez Tamayo, la Presidenta pidió “que nadie se haga el distraído e interprete como exegeta de mis palabras y me haga decir lo que no dije. Así como hay prácticas sindicales que no son aceptables hay prácticas empresariales que son mucho más inaceptables”.

En ese sentido, la mandataria consideró que “muchas veces las prácticas sindicales terminan cobrándose como víctimas a aquellos que las practican, en cambio los empresarios nunca pagan sus malas prácticas, las termina pagando el pueblo, porque como los gatos siempre caen parados”. Así, Cristina Fernández de Kirchner cuestionó la abultada remisión de utilidades y dividendos de las empresas extranjeras, un factor significativo en la demanda de divisas. En la primera mitad del año, ese monto ascendió hasta los 2000 millones de dólares. Esa cifra representa el 35 por ciento del saldo comercial y está explicada fundamentalmente por la remisión de bancos y empresas extractivas.

Durante su intervención CFK destacó la decisión de General Motors de realizar un aporte de capital no reintegrable a su filial local por 150 millones de dólares y postergar la remisión de 207 millones de dólares de utilidades (ver aparte). “Algunas empresas solamente piensan en la especulación y la rentabilidad y no tienen responsabilidad social, no solamente frente a sus trabajadores sino ante los 40 millones de argentinos”, precisó la Presidenta quien estuvo acompañada por el gobernador santafesino, Hermes Binner, y el mandatario provincial electo, Antonio Bonfatti. También participaron del evento las autoridades del sindicato de trabajadores del sector, Smata.

La decisión política de la firma automotriz estadounidense de no enviar sus ganancias al exterior ofició como escenario para el reclamo a los sectores empresarios que remiten masivamente sus utilidades para colaborar con los erosionados balances de sus casas matrices en Europa y Estados Unidos. Desde comienzos de mes, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, mantuvo una serie de reuniones con distintos sectores –siderúrgico, farmacéutico, alimentario y servicios– para que posterguen y limiten la remisión de utilidades. Ayer, CFK explicitó esos reclamos a las compañías extranjeras. “Quiero un empresariado con responsabilidad social que se haga cargo de ponerle el hombro al país porque el país le puso el hombro durante estos ocho años generando ganancias en todos los sectores como nunca habían tenido”, expresó la mandataria. Además del mensaje a multinacionales, ese mensaje estuvo dirigido a empresarios y banqueros locales que también dolarizan sus abultados excedentes y los giran al exterior.

Más tarde, durante una visita a la ciudad de Las Parejas, donde se concentran empresas metalmecánicas que producen maquinaria agrícola, la Presidenta señaló que “sería bueno que todos los argentinos que han tenido las oportunidades de ganar dinero a partir de la actividad productiva, industrial y comercial tuvieran la misma actitud con nuestro país como sucede con las pequeñas y medianas empresas de Las Parejas que reinvierten todo aquí para lograr mayor tecnología y mayor rendimiento”. Durante el recorrido por el cierre de la Muestra Agroindustrial de Las Parejas, donde también estuvo la ministra de Industria, Débora Giorgi, los empresarios le presentaron una imponente máquina pulverizadora que se exporta a Estados Unidos. La Presidenta solicitó al titular de la firma Plá que desarrolle “alguna máquina para pulverizar el egoísmo, la mediocridad, la falta de solidaridad, la avaricia, la envidia, la falta de patriotismo”. Para CFK, “ésas son las malezas que tiene Argentina que tenemos que desterrar, aunque les pido que la máquina no sea tan grande”. También se refirió a la necesidad de profundizar la política de sustitución de importaciones en la industria automotriz y el sector metalmecánico para sostener el superávit comercial. “El Estado argentino siempre va a estar del lado de los empresarios argentinos para ayudarlos y apoyarlos como lo hemos hecho a través de los créditos del Bicentenario y todas las políticas activas en materia tambera y carne, donde hoy puedo decir que los ganaderos alcanzaron el mejor precio por kilo vivo desde el año 1980”, sostuvo CFK.