Los hijos del represor Antonio Domingo Bussi aseguraron ayer que el dictador de Tucumán, condenado por crímenes de lesa humanidad, agoniza en una clínica de la capital provincial. Su estado, según los hijos del militar retirado de 85 años, es “irreversible”, producto de una falla multiorgánica. “No vamos a hacerle tratamientos invasivos, dializarlo ni ponerle respirador artificial porque no tiene sentido extender la agonía”, explicó Ricardo Bussi. “El corazón le siguió fallando, le fallaron los riñones, con lo cual los diuréticos dejaron de hacer efecto, y eso comprometió el hígado”, precisó y aseguró que su padre está “en las manos de Dios”. Por tal estado de salud, peritos médicos de la Corte Suprema decidieron que el represor no sea incluido en el juicio por delitos de lesa humanidad que comenzará mañana en la provincia.