La ministra de Seguridad, Nilda Garré, anunció que se incrementarán los controles en los puntos de acceso a la ciudad de Buenos Aires. La ministra informó ayer que se producirá la incorporación de 700 gendarmes al control de los accesos entre la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. “Estamos convencidos de que la seguridad no se puede segmentar y dividir la de la provincia y la de Capital. Nuestra obligación es tratar de coordinar esfuerzos para lograr los mejores resultados”, aseguró Garré, al explicar la medida que apunta a detectar y prevenir delitos como el robo de automóviles, la piratería del asfalto, el narcotráfico y la trata de personas.

El nuevo Operativo Control constará de 42 puestos de vigilancia en puentes y cruces viales de ingreso y egreso a la ciudad de Buenos Aires. La ministra sostuvo que se tratará de controles “estrictos, intensos y permanentes” establecidos en función del mapa de seguridad que desarrolla el ministerio. En la sede de esa cartera, Garré aseguró que van a hacerse operativos de “saturación” en forma sorpresiva.

“Los 42 puestos de control demandarán 700 efectivos de Gendarmería y las ventajas serán controles intensos y permanentes, sin perjuicio de los que ya hagan la policía de la provincia y la Federal”, agregó la ministra.

Este nuevo plan se incorpora a otras dos medidas adoptadas en los últimos meses por el gobierno nacional: el Operativo Centinela, que contempla unos seis mil gendarmes en el conurbano bonaerense, y el plan Cinturón Sur, que implica la presencia de unos 2500 efectivos de Gendarmería en la zona sur de la Capital. De estos dos proyectos se reasignarán fuerzas para establecer los controles anunciados ayer. Garré afirmó que entre los objetivos se encuentra el “mejor aprovechamiento posible de los recursos humanos y materiales” y que esta nueva medida apunta a “reforzar los logros” de los operativos anteriores.

La funcionaria explicó que los controles “tendrán características de mucha rigidez” y también señaló que implicará “una mayor presencia de personal uniformado como factor disuasivo”. “Vamos a poder de esta manera controlar delitos que comienzan en una jurisdicción y terminan en otra. Principalmente, el robo de autos y la piratería del asfalto, pero también el narcotráfico y la trata de personas. Además, se podrá identificar a aquellos que tengan pedidos de captura aprovechando estos controles estrictos”, completó Garré. Entre otras cosas se controlarán vehículos de carga para atacar el contrabando y el traslado de sustancias peligrosas. Y además se controlará también el tránsito para contribuir a la mejora de la seguridad vial.

Los 42 puestos se distribuirán de la siguiente manera: diecisiete puestos “principales” que se ubicarán en lugares como Avenida del Libertador y General Paz, Acceso Oeste y Juan B. Justo y Puente La Noria. Otros once puestos “alternativos o de carácter sorpresivo”, que funcionarán en turnos de cuatro horas y se encontrarán en puntos como avenida Crovara y General Paz, Rodríguez Peña y Estación Migueletes y Puente Alsina. Por último catorce puestos “eventuales” en intersecciones como avenida Lope de Vega y General Paz, avenida Mosconi y General Paz, Puente Coronel Bosch y Zufriategui y Azcuénaga, entre otros. Los puestos, explicó Garré, se eligieron en función del “mapa del delito” y, sobre esa base, se “fijaron los lugares que se necesitaba cubrir más”.