Las políticas públicas bonaerenses de seguridad y derechos humanos siguen funcionando como una cuña que separa a los dos más altos funcionarios de esa provincia. Ayer, el vicegobernador, Gabriel Mariotto, repudió las críticas que realizó el jefe de Gabinete bonaerense –y hombre de confianza del gobernador Daniel Scioli–, Alberto Pérez, contra el periodista y titular del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky. Además, admitió coincidir con “algunos puntos” de las objeciones que Verbitsky formuló en Página/12 a las políticas de seguridad provincial.

Desde el Rectorado de la Universidad Nacional de La Plata, Mariotto cuestionó a Pérez por su réplica al periodista, a raíz de sus críticas a la política de seguridad provincial y al ministro del área, Ricardo Casal, y a la represión policial en la Legislatura bonarense durante la asunción de las nuevas autoridades. “Cuando uno no está de acuerdo con lo que dice un compañero puede tener una posición diferenciada, pero nunca descalificarlo”, aseguró.

Tras las críticas de Verbitsky, quien objetó también el desempeño de la secretaria de Derechos Humanos, Sara Derotier de Cobachol, el jefe de Gabinete de Scioli le salió al cruce: dijo que el periodista “no tiene la trayectoria intachable de Derotier”, a quien definió como una “Madre de Plaza de Mayo”. También le endilgó la escritura “de prólogos de libros de la Fuerza Aérea” y la corrección de “los discursos de los jefes militares Orlando Agosti y de Omar Graffigna”, punto que Verbitsky luego negó en este mismo diario.

“Quien tenga la necesidad de salir a defender la política de derechos humanos de la provincia lo puede hacer, pero lo que no puede hacer es descalificar con una falacia de una operación de prensa menemista lo que dijo Verbitsky. Eso no tiene ningún sentido”, agregó Mariotto, en referencia a la acusación de Pérez sobre el rol del titular del CELS en la corrección de discursos de represores.

La Asociación Madres de Plaza de Mayo, que lidera Hebe de Bonafini, aclaró que la secretaria “jamás perteneció” a esa entidad.

La Comisión Provincial por la Memoria también repudió “el método de tratar de ocultar u opacar opiniones, diagnósticos o investigaciones con este tipo de falsedades, así como las que se endilgan (...) a Verbitsky”, ya que “trata de desacreditar las ideas y propuestas sobre la base de crear a través de calumnias sospechas y desconfianza en quienes las portan”.

Scioli y Mariotto compartieron ayer la inauguración de una oficina de la Anses, que encabezó Cristina Fernández de Kirchner en Lomas de Zamora, pero las diferencias entre ambos salen a la luz cada vez más seguido. Hace no más de quince días, fuerzas de seguridad bonaerenses impidieron a palazos que militantes de La Cámpora ingresaran a la Legislatura provincial el día de la asunción de las nuevas autoridades y eso también abrió una brecha entre los dos.

Mariotto admitió coincidir con “algunos puntos” de las críticas de Verbitsky, aunque consideró como “un avance” los proyectos de ley que Scioli dijo que enviará a la Legislatura, entre los que se cuentan la creación de la Policía Judicial y el desdoblamiento de la Procuración. El martes, por su parte, el mandatario provincial había defendido directamente la política de seguridad a su cargo.