La compañía de origen saudí Almarai, que fabrica productos lácteos, adquirió tres campos de una superficie total de 12 mil hectáreas con siembras centradas en el maíz y la soja, en General Villegas, provincia de Buenos Aires, y Villaguay, en Entre Ríos. La operación se cerró mientras el Congreso está a punto de sancionar la Ley de Tierras, que pone un tope de mil hectáreas en la zona núcleo o equivalente en otras regiones para la adquisición de tierras por parte de un titular extranjero, ya sea persona física o jurídica. La operación de Almarai, de haber estado vigente esa norma, sería ilegal. La firma multinacional, la mayor del sector de Arabia Saudita, compró la empresa agrícola argentina Fondomonte por un valor de unos 85 millones de dólares, inversión en la cual se incluyen los terrenos a partir de los cuales “se busca garantizar la calidad y abundancia de alimentos para ganado vacuno y aves de corral”, informó ayer Almarai.