Los argentinos Gustavo y Eduardo Juliá junto a Gastón Miret serán juzgados ante los tribunales de Barcelona en junio próximo acusados de haber intentado hace un año introducir 944 kilos de cocaína en España. Los hijos del fallecido jefe de la Fuerza Aérea durante el gobierno de Carlos Menem y de otro brigadier que fue secretario de Planeamiento de la última dictadura llevan un año con prisión preventiva en la cárcel de El Prat, en las afueras de esa ciudad catalana. Los tres fueron detenidos el 2 de enero de 2010 cuando aterrizaron un avión Challenger 604, a nombre de la firma Medical Jet, propiedad de los Juliá, en el aeropuerto de El Prat con un cargamento de cocaína. La nave había despegado de Morón e hizo escala en Cabo Verde, Africa, pero su carga había sido embarcada en el sector civil de la aeroestación argentina en los asientos y por debajo de los paneles.